Por Fernando Vázquez Rosas
Hace tiempo me dijeron /
aquí no pasa nada...
De pronto, al término de una canción, Saúl Hernández hace una genuflexión y dice: “Yo me pongo de rodillas ante este pueblo que ha sabido salir adelante a pesar de la inundación desastrosa que pasó en 2007”. Manos y gargantas se activan para agradecer, con aplausos y gritos, la reverencia del líder de “Jaguares” que da un concierto en el estacionamiento del Parque Tabasco.
La referencia no es poca cosa. A fines de 2007 Tabasco padeció la peor catástrofe en los últimos 50 años, con pérdidas estimadas en más de 30 mil millones de pesos y la devastación tanto del campo como de Villahermosa, la capital. Miles de familias de prácticamente toda la entidad tuvieron que desplazarse hacia refugios temporales y perdieron sus pertenencias.
En 2008 la Zona de los Ríos, ubicada en la ruta hacia la Península de Yucatán, sufrió otra inundación. Y en 2009 una tercera anegación causó graves afectaciones a la Zona de la Chontalpa, que va del centro del estado hacia Veracruz, donde se ubica la zona indígena del estado.
Aquel concierto del grupo de rock “Jaguares”, la noche del viernes 12 de marzo de 2010, es como un respiro en medio de tanta tragedia. Cinco meses después, en agosto, vuelven las inundaciones al estado.
Vamos a dar una vuelta al cielo /
para ver lo que es eterno...
Los últimos días de noviembre hay magia en Playa del Carmen. Desde hace ocho años por esas fechas se lleva a cabo el Festival Internacional de Jazz de la Riviera Maya, que reúne músicos y público de todo el mundo. Las melodías y los idiomas se ponen en sincronía con el ir y venir del mar. Y también con las luces de Cozumel que parpadean a lo lejos y la luna que, alrededor de las diez de la noche, emerge del mar y se deja ver, completa, con un tono rojizo deslumbrante.
La edición de este 2010 abrió el jueves 25 de noviembre con el defeño Hiram Gómez y cerró el domingo 28 con otros mexicanos: la tabasqueña Yekina Pavón, oriunda de Emiliano Zapata; Eugenia León, del Estado de México; y el reconocido Armando Manzanero, de Yucatán.
Pero entre el jueves y el domingo también se presentaron en Mamita’s Beach, sede del Festival, el ya legendario guitarrista norteamericano Mike Stern, nominado seis veces al Grammy; el también estadunidense Al Di Meola y su fusión jazzística; la agrupación británica “Incógnito”, con sonidos setenteros y el Jazz Funk; así como el también británico John McLaughlin agrupado con “The 4th dimensión”, entre otros grandiosos del Jazz.
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| Mike Stern |
El cuarteto de voces privilegiadas “The Manhattan Transfer”, ganador de varios Grammys, estaba programado para cerrar la noche del viernes 27 de noviembre. Mientras los técnicos ajustaban sonidos e instrumentos, entre el público corría el vientecillo del Caribe mexicano. Entonces ocurrió el encuentro. Arantxa, mi hija, fue quien lo vio. ¿No es ese el cantante de “Jaguares”?, me preguntó.
Ahí, recargado sobre la reja que dividía al público del escenario, pero del lado del público, estaba Saúl Hernández. Los pies descalzos sobre la arena, pantalón negro y camisa oscura. Hace tiempo que el rockero vive en Playa del Carmen con su familia. Esa noche resultaba natural la presencia de un músico en un evento de música. “Vamos a pedirle una foto”, se me ocurrió para provocar el intercambio. A “The Manhattan Transfer” todavía le faltaban largos minutos para salir al escenario.
Cuéntame tu vida /
cuéntamela toda...
La matanza de estudiantes en 1968 y la represión policiaca en el festival de Avándaro en 1971 provoca un ambiente hostil para los jóvenes en México. Por esos años de pleno régimen priista se acuña la frase de que “ser joven es un delito”.
Bajo la influencia de “The Rolling Stone” y “The Beatles”, los rockeros mexicanos de aquel tiempo entonan letras en inglés. Es el caso de “Tree Souls in my Mind” o “Peace and Love”, quienes poco después, junto con bandas como “Tinta Blanca” o “Ritual”, apuestan por canciones propias y en español.
Sin embargo, debido a la represión los grupos de rock se van a los llamados “hoyos funkies”, donde paradójicamente nacen muchas de las agrupaciones reconocidas actualmente. Una de ellas es “Las insólitas imágenes de Aurora”, que después se llama “Caifanes” y luego muta a “Jaguares”. Esta agrupación liderada por Saúl Hernández se vuelve emblemática dentro del movimiento del “rock en tu idioma”, que domina en los ochentas y de la que también forman parte “Soda Stereo”, “Kenny y los Eléctricos” y “Enanitos Verdes” por citar sólo algunos.
La historia de Saúl Hernández, en lo particular, es de una vida dedicada al rock. A los 15 años deja los estudios para fundar su primer grupo denominado “Deimos”, al que le siguen “In Memoriam”, “Frac”, “Las insólitas Imágenes de Aurora”, “Caifanes” y “Jaguares”.
Su trabajo alcanza una decena de discos: Con “Caifanes” grabó Caifanes (1988), El diablito (1990), El silencio (1992) y El nervio del volcán (1994). Y con “Jaguares” tiene El Equilibrio de los Jaguares (1996), Bajo el azul de tu misterio (1999), Cuando la sangre galopa (2001), El primer instinto (2002), Crónicas de un laberinto (2005) y 45 (2008). El título de este último disco se refiere a los millones de mexicanos que viven en pobreza.
Desde siempre Saúl Hernández critica la represión y en los últimos años se distingue por su condena a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez y se pronuncia por el respeto a la vida de los migrantes. Colabora, además, con Amnistía Internacional.
Antes de que nos olviden /
haremos historia…
En la instantánea digital quedamos, de izquierda a derecha, Saúl, Arantxa y yo. Considerado unos de los emblemas del rock nacional sorprende la sencillez del jaguar mayor. Le digo: “Soy de Tabasco, te vi, bueno, te escuché hace unos meses en el concierto que dio Jaguares en Villahermosa”. Su reacción es espontánea: “Oye, qué fregados están allá”. El diálogo sucede natural:
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| Saúl Hernández, Arantxa y Fernando Vázquez |
—Me acuerdo que en un momento del concierto hasta te arrodillaste para reconocer la fortaleza de los tabasqueños ante tanta inundación.
—Es que sí he visto qué mal están las cosas allá.
—Y han seguido las inundaciones, si vieras ahora, todo está lleno de hoyos y costales.
—Es que es obvio que los gobernantes, de Tabasco y de todos lados donde hay contingencias, ya agarraron el modo de esperar a que todo se joda porque saben que viene dinero de la emergencia.
—Es bueno saber que sabes, porque a veces pareciera que no trascienden las cosas del estado.
—Sí se sabe, cómo no, pero pues hay que organizarse, para mejorar las cosas.
—En Tabasco varios estamos haciendo el esfuerzo, hasta donde se pueda.
—Eso es lo importante, hay que luchar, hay que luchar...
Afuera / nadie es nada /
sólo adentro…
Un tipo de sombrero medio ebrio se acerca para pedirle una foto que no consigue porque la cámara de su celular no alcanza la luz necesaria ni para delinear las siluetas. Le pido a Saúl alguna manera de contactarlo y yo mismo ofrezco buscar su correo electrónico en el sitio web de “Jaguares”. Pero me confía: “Es que estoy haciendo un portal propio porque voy a sacar un disco como solista en los primeros meses del próximo año, en el portal de Jaguares a lo mejor hay alguno, pero mejor espera el nuevo portal”.
—¿Por qué como solista? ¿Pasó algo con Jaguares?
—No, nada, es un proyecto que traigo desde hace años y pues ya le llegó la hora.
Notas periodísticas recientes han dado cuenta que ese álbum de Saúl Hernández como solista se llamará “Remando” y saldrá a la venta el 29 de marzo de 2011 con temas como “Llévame a tu sol”, “Voy a hablarle al mundo”, “Acechándote” y “Molecular”.
A principios de septiembre Saúl declaró a Reforma: “Los títulos de las canciones varían… De lo que estoy seguro es de que ahora haré música más introspectiva, menos metafórica, yo soy muy directo, no me gusta lo rebuscado. Será un disco muy honesto, transparente. Estoy trabajando en letras que son una labor de reconocimiento, de autoexploración”.
Dime Jaguar / cómo llegar /
hasta el final…
El Festival de Jazz continúa y “The Manhattan Transfer” está próximo a ser anunciado. El tipo del sombrero, además, insiste en la foto que sigue sin conseguir. Habla y habla. Por mi parte considero prudente despedirme:
“Bueno, Saúl, has sido muy amable, ojalá vayas pronto de nuevo a Tabasco”. El líder de los "Jaguares" estrecha la mano y suelta:
—Estamos pendientes con la organización social.
