jueves, 22 de septiembre de 2011

Los Jefes

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 19 de septiembre de 2011)

Una revisión al portal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dibuja la situación de Tabasco en el tema que es una de las mayores preocupaciones de la población: la inseguridad.

Son estos sólo algunos datos disponibles sobre delitos del fuero común, es decir, los que le toca atender a la autoridad estatal.

En 2010 Tabasco ocupó el primer lugar nacional en denuncias de robos con violencia a transeúntes por cada cien mil habitantes. Según la información, el año pasado se registraron en la entidad 374.2 denuncias de este tipo. El segundo sitio lo ocupó el Distrito Federal, el tercero Nuevo León y el cuarto lugar fue para Estado de México.

Tabasco también ocupó el año pasado el tercer lugar nacional de robos con violencia en general, que además de los hurtos a transeúntes incluye las casas-habitación, los vehículos y negocios.

Pero ilustrado de manera más numérica, los datos indican que en 2007 se registró en Tabasco un total de 59 mil 351 delitos del fuero común, mientras que en 2010 la cifra aumentó a 66 mil 747.

Además, en 2007 hubo un total de 11 mil 664 robos y en 2010 se registraron 16 mil 825; mientras que en el primer año del actual sexenio sucedieron 449 homicidios y el año pasado hubo 539.

Esto significa que en Tabasco los delitos crecieron 12 por ciento de 2007 a 2010, mientras que los robos aumentaron 44 por ciento y los homicidios un 20 por ciento.

Pese a la propaganda oficial, al endurecimiento de penas contra algunos delitos y la amenaza de proceder con cárcel contra los usuarios de redes sociales, la realidad es que los índices delictivos han ido a la alza.

Hay causas que pueden explicar esta situación. Una de ellas es el aumento de la pobreza. El Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL) registra que la pobreza en el estado aumentó 3.4 por ciento de 2008 a 2010.

Decir 3.4 por ciento significa que en 2008 había un millón 171 mil pobres y en 2010 se registró a un millón 283 mil, es decir, 112 mil pobres más.

Y para dimensionarlo mejor hay que puntualizar que 112 mil personas son mucho más de la población total que hay en Balancán, o en Centla, o en Emiliano Zapata, Jalapa, Jalpa de Méndez, Jonuta, Nacajuca, Paraíso, Tacotalpa, Teapa y Tenosique.

Los delitos también han aumentado pese a que Tabasco tiene 8 mil 127 policías, que es un número suficiente de elementos si se compara con el estándar que propone la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Y es que en la entidad hay 3.9 policías por cada mil habitantes, mientras que la ONU propone que haya 2.8 elementos por cada mil habitantes (NEXOS, Junio de 2011, pág 40).

Sin embargo, el Sistema Nacional de Seguridad Pública ha documentado que Tabasco lleva menos de 25 por ciento de avance en la evaluación y certificación de sus elementos. Policías hay, pero no se sabe sin son aptos.

Por otro lado, Tabasco es la segunda entidad en presupuesto per cápita para seguridad. El Distrito Federal ocupa el primer sitio con mil 885 pesos para seguridad por habitante, mientras que Tabasco destina mil 140 pesos por persona (NEXOS, Junio de 2011, pág 42). Dinero hay, aunque seguramente mal invertido porque los delitos siguen a la alza.

El contexto es, entonces, delitos a la alza, crecimiento de la pobreza, suficientes elementos pero sin saber si son aptos para el ejercicio policial y presupuesto elevado que no rinde frutos.

Frente a esta realidad hay un hallazgo que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública exhibe y que no debe pasar inadvertido.

Y es que Tabasco ocupa el primer lugar nacional en el número de mandos medios y superiores de la policía. De acuerdo con los datos —actualizados al 5 de septiembre de 2011— la entidad tiene mil 536 jefes policiacos, seguido del Distrito Federal con mil 509, Estado de México con mil 365 y Guerrero con mil 124.

El resto de las entidades tiene menos de mil mandos medios y superiores, aún cuando algunas enfrentan mayores problemas delictivos como Michoacán y Sinaloa.

Si se recuerdan abusos del presupuesto público que ha cometido la administración de Andrés Granier para favorecer a funcionarios de alto nivel, como el bono de fatiga, hay motivos para pensar que muchos de esos mandos medios y superiores de la policía en realidad no son elementos destinados al combate contra la inseguridad sino amigos o parientes de la clase gobernante, colocados ahí para ser favorecidos con cargo al erario público.

Y es que es precisamente en el área de seguridad donde más podría haber personas favorecidas en puestos de alto nivel, porque el gobierno estatal puede evitar la transparencia con el pretexto de que por seguridad tiene que mantener en el anonimato a sus jefes policiacos.

Quizá por eso, porque ni siquiera son aptos para estar en esos altos cargos, es que sólo 16 por ciento de esos mandos medios y superiores de la policía han sido certificados; el resto (83 por ciento) sigue sin ser avalado por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Como en ningún otro estado del país, en Tabasco hay muchos jefes policiacos. Pero los delitos no bajan.

POR CIERTO… El trabajo que hace Fray Tomás González en la Casa del Migrante de Tenosique es ejemplar. Con una valentía que se torna heroica en estos tiempos de violencia exacerbada, este hombre de sotana café comparte su ejercicio de fe con el activismo por los derechos humanos. Además de bendiciones, da alimentos y refugio a los centroamericanos que pasan por aquel municipio en busca del tren que los lleve al “sueño americano”. Fray Tomás no sólo reza por sus almas, también cuida de sus vidas. Muchos migrantes, ya en el último aliento, expuesta su piel incluso a lo indigno, reciben renovada esperanza de este clérigo que debajo de la sotana usa jeans, calza huaraches y porta sombrero. Toda mi solidaridad para Fray Tomás González frente al atropello policiaco y militar que vivió hace unos días. Aunque Tenosique esté a unas tres horas de Villahermosa, muchos tabasqueños seguimos de cerca a Fray Tomás. No está solo.

fernandovazquezr@gmail.com

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