lunes, 17 de octubre de 2011

Gobernador débil

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 17 de octubre de 2011)

Hace unos días el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) dio a conocer un estudio que prueba (confirma) el repudio de los tabasqueños hacia el gobernador Andrés Granier Melo. No son novedosos, sin embargo, el rechazo y la franca desconfianza hacia el mandatario estatal, quien a punto de concluir su quinto año de gobierno los ha palpado en propia persona y a través de estudios de opinión.

Lejano está ya aquél domingo 31 de diciembre de 2006 cuando Granier tomó protesta como gobernador y aseguró que “los mejores tiempos de Tabasco serán los tiempos del porvenir”.

Distante está también la celebración en 2006 del triunfo confirmado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y según el cual Granier obtuvo la gubernatura con casi diez puntos de ventaja sobre el perredista Raúl Ojeda.

Todavía en 2007 el gobernador tabasqueño logró retener la popularidad con la que llegó al poder, primero porque se vistió de gran benefactor al regalar incluso vehículos a la gente, y después porque aprovechó la inundación para erigirse como el dador sin límite de despensas a los damnificados de la inundación.

Pero el relajo administrativo inevitablemente se convirtió en un círculo vicioso: A más regalos más aplausos y a más aplausos más regalos. Por si fuera poco, las afectaciones cada año por las crecientes terminaron por convertirse en semillero del hartazgo.

Como ingredientes adicionales al desaseo del quehacer público local se sumaron el “bono de fatiga”, los viajes en avioneta oficial del hijo del gobernador con su novia y amigas, la desaparición de programas sociales, el aumento de impuestos, los despidos de burócratas, el endeudamiento insólito y un sinfín de situaciones que exhibieron el verdadero rostro del gobernador priísta.

La historia, implacable, ha demostrado una y otra vez que el derroche y la falta de planeación, combinados con el ácido de la corrupción, terminan por perforar cualquier administración y hasta las causas más nobles.

Entonces vino la caída de Granier. Y el desprecio del pueblo, que comenzó a exigir soluciones reales frente al aumento de la pobreza y el desempleo, las inundaciones sin cesar y la violencia sin control.

De boca en boca comenzó a saberse de agresiones verbales al Ejecutivo durante sus encuentros con la gente, ahora casi extintos. Y el viernes 21 de mayo de 2010 una rechifla de jóvenes universitarios de plano rompió el silencio sobre la nueva realidad del mandatario tabasqueño.

Por internet empezaron a circular también decenas de imágenes mofándose de Granier y en Facebook se generaron grupos de amigos que no dudaron en considerarlo “el peor gobernador de Tabasco”.

Después surgieron los datos. El jueves 23 de septiembre de 2010 el periódico El Universal dio a conocer una encuesta sobre el trabajo de los gobernadores, donde 55 por ciento de los consultados reprobó a Granier y la mayoría igual consideró que el principal error del mandatario tabasqueño era “no saber gobernar”.

Además, una amplia mayoría también opinó que el principal logro del gobernador Andrés Granier era “ninguno” y 67 por ciento de los encuestados señaló que su situación económica era “peor” o “mucho peor” en comparación con el año pasado.

En este contexto aparecieron los estudios del Gabinete de Comunicación Estratégica, que semestre a semestre han dado cuenta del ánimo ciudadano en relación con los gobernadores y el Presidente de la República. La última información disponible se presentó hace unos días, pero su comparación con datos de 2009 deja ver que el descrédito de Granier ha ido en aumento. Tres puntos específicos tomados de las encuestas del GCE ilustran la situación.

1.- Utilizando la escala de 5 a 10, donde 5 es que no cumple con ninguno de sus deberes y 10 es que cumple con todos sus deberes, ¿qué tanto cree que el Gobernador cumple con sus deberes? En 2009 Granier obtuvo 7.3 y en 2011 descendió a 6.6, con lo cual se ubicó en último lugar nacional junto a los mandatarios de Michoacán, San Luis Potosí y Morelos.

2.- ¿Qué tanto se parece su Gobernador a la persona más honesta que conoce: son totalmente diferentes, se parece poco, se parece bastante o son idénticos? En 2009 Ganier obtuvo 72.4 por ciento en la opción “Se parece poco/Son totalmente diferentes”, pero en 2011 su porcentaje subió a 83.8, lo cual significa que aumentó 11 puntos la opinión ciudadana sobre su deshonestidad.

3.- Si el Gobernador de su Estado fuera su vecino y usted tuviera que ausentarse de su casa por varios días, ¿le confiaría las llaves de su casa? En 2009 el 60.4 por ciento dijo que no le confiaría sus llaves a Andrés Granier, pero en 2011 fue el 72.3 por ciento. Esto significa que la desconfianza hacia el mandatario tabasqueño creció 11.9 puntos en sólo un par de años.

Si la democracia es el poder del pueblo, entonces la mayor fuerza de un mandatario debe provenir de sus gobernados. Pero los datos del Gabinete de Comunicación Estratégica dejan ver que al Ejecutivo tabasqueño los ciudadanos le creen menos, cada vez más dudan de su honestidad y le tienen mayor desconfianza. Este repudio creciente dibuja a Andrés Granier como un gobernador débil, que está en el poder pero no gobierna, que tiene el cargo pero no resuelve. Y un gobernador débil no ayuda a su pueblo. Le estorba.

Granier abandonó a la gente y ahora la gente ha abandonado a Granier, quien ha perdido fuerza y liderazgo. Así parece percibirlo la Federación, que cada vez escucha menos sus reclamos. Así parecen entenderlo también sus propios funcionarios y militantes del PRI, que siguen sin hacer caso a su llamado de no adelantarse a los tiempos electorales.

A estas alturas de su gobierno Granier ya no tiene nada que ofrecer a los tabasqueños, ni siquiera promesas porque esa facultad se la han arropado ya los aspirantes a todo tipo de puestos de elección popular. Su sexenio vive un tiempo extra obligado por la ley, cansados ya los ciudadanos del ocio oficial, estampado el descrédito como tinta indeleble en esta administración.

El viernes 15 de octubre de 2010 Andrés Granier inauguró un centro de salud en Parrilla II. Ahí, amplificadas sus palabras a través de las bocinas, hizo una súplica: “A los hombres se les tiene que dar la oportunidad de trabajar”. Los tabasqueños se la dieron. Y desde ahora juzgan que no cumplió.

(Sobre este tema sugiero leer "El repudio", texto publicado en este blog en octubre de 2010).

fernandovazquezr@gmail.com

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