lunes, 12 de septiembre de 2011

¡Muestre el documento!, gobernador

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 12 de septiembre de 2011)

En 2007, unos meses antes de la inundación, el gobernador Andrés Granier Melo encabezó un acto en materia forestal en el “Yumká”. Reportero en aquel entonces del periódico Tabasco Hoy, escuché con paciencia los discursos oficiales y esperé la entrevista posterior con el mandatario. Había que indagar sobre los ajustes presupuestales que el gobernador acusaba y que ponían en riesgo, según sus palabras, la viabilidad de muchos proyectos locales.

Frente a las interrogantes Granier aseguró que contaban con “estudios muy precisos” sobre los recortes y la posible afectación financiera para el estado. Por eso, dijo, había que hablar fuerte ante la Federación para que se le diera a Tabasco lo que por justicia le pertenece.

Aquellos meses iniciales del sexenio eran tiempos de despilfarro visible. En cada oportunidad, Granier regalaba automóviles, repartía bicicletas, operaba programas sociales sin control que por tanto estaban más encaminados al clientelismo que a combatir la pobreza.

Por eso quise conocer esos “estudios muy precisos” para entender y hacer saber públicamente cuál era la situación real de las finanzas estatales y de donde provenían los problemas, pues contrastaba la época de ajustes presupuestales con el dispendio de la administración estatal.

No ignoraba la animadversión en aquel tiempo del gobernador hacia el Tabasco Hoy, que se replicaba como lección aprendida en todas las oficinas públicas: las puertas siempre cerradas para nosotros, las entrevistas nunca concedidas, nulo el acceso a las conferencias de prensa, vetadas nuestras direcciones electrónicas incluso para el envío de boletines.

Pero la búsqueda de datos no conoce de odios. Las fuentes de información no son buenas ni malas, son llanamente fuentes de información y el jefe del Ejecutivo estatal era una de primera mano. Antes de que subiera a su vehículo me presenté:

—Gobernador, soy Fernando Vázquez, reportero del Tabasco Hoy.

Granier volteó de inmediato y soltó una expresión que me sorprendió, dura la mirada, el desprecio en las palabras:

—¡Ah, ese periódico!
—Yo le hablo respetuosamente, gobernador —atajé.
—Yo también —me dijo.
—Sólo quiero pedirle una copia de esos estudios que usted mencionó.
—Los tienen en la Secretaría de Finanzas.
—He buscado información allá y no me la entregan.
—Pero es lo que ya dije, hay un recorte que afecta a Tabasco.
—Por eso quiero conocer el documento, gobernador, los datos.
—¿No me crees? Es la palabra del gobernador.
—Le creo, pero quiero el documento.
—Veré que te lo entreguen.

Era un día soleado. Luego llegarían las nubes de octubre y la inundación. Nunca me entregaron ni se hizo público el documento pero el gobernador, cada año, ha seguido quejándose de ajustes presupuestales.

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Para fines de 2009 el gobierno de Andrés Granier anunció una serie de medidas destinadas a “sanear las finanzas estatales”, dentro de las cuales destacó la desaparición del programa TEDAMAS, que significaba ayudas económicas a madres solas, adultos mayores y personas con discapacidad.

“A partir de este mes, se dejan de entregar los apoyos económicos que durante casi tres años estuvieron recibiendo los beneficiarios del programa”, dijo el vocero Alfonso del Río el viernes 20 de noviembre de 2009.

La medida sorprendió porque, si bien es necesario mantener saludables las finanzas públicas, en época de crisis la prioridad de un gobierno debe ser proteger a los ciudadanos y procurar el equilibrio social.

Y por aquel entonces el Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL) ya había dado a conocer que más de la mitad de la población tabasqueña estaba en situación de pobreza y que una tercera parte tenía problemas de acceso a los alimentos, es decir, que padecía hambre.

Frente a ese panorama, desaparecer los escasos programas sociales podía significar un incremento de la pobreza, a menos que la decisión estuviese basada en estudios técnicos que midieran el impacto y plantearan alternativas.

Intenté conseguir los datos. Con base en el derecho de acceso a la información pública, pedí “copia simple del estudio, análisis o cualquiera que haya sido el soporte técnico con base en el cual se tomó la decisión de desaparecer el programa social conocido como TE DA MAS, lo cual fue anunciado dentro de la conferencia de prensa ofrecida el viernes 20 de noviembre de 2009, en la sede del Palacio de Gobierno”.

Hice la petición a la Coordinación General de Comunicación Social, a la Secretaría de Administración y Finanzas, y a la Secretaría de Planeación. En todas respondieron que la solicitud no era de su competencia.

También pedí los datos a la Coordinación General de Desarrollo Social, la cual contestó que no había encontrado la información en sus archivos pero adjuntó un documento de tres hojas donde supuestamente se explicaban los motivos de la desaparición del TEDAMÁS, que eran argumentos discursivos más que un estudio técnico. Luego esta Coordinación desapareció con la reingeniería administrativa.

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Cualquier política pública seria debe pasar por un riguroso proceso que va desde el diagnóstico y el análisis de su viabilidad (legal, administrativa, financiera) hasta la implementación y evaluación. Pero todo indica que el gobierno de Granier toma decisiones o plantea y replantea políticas de forma improvisada. O mantiene ocultos los estudios que soportan esas decisiones.

Por ejemplo, diputados locales han acusado que las solicitudes de autorización para contraer deuda suelen ser escuetas y no presentan los proyectos específicos que se llevarán a cabo con los préstamos.

Además, no se conocen públicamente los estudios que supuestamente se elaboraron y a partir de los cuales se tomó la decisión de talar árboles y ampliar carriles en la zona de Indeco.

Tampoco se ha dado a conocer el estudio que presuntamente se hizo para determinar el aumento de tarifas en el servicio de taxis. Aquel caso polémico llegó incluso a la represión de taxistas y agresión a periodistas, donde hubo disparos al aire, y ni por eso se han hecho públicos los documentos.

La constante es la opacidad. No hay transparencia. Se toman decisiones a espaldas de la gente. Se desconoce el sustento de las políticas, si es que en realidad se hacen estudios técnicos.

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En agosto pasado, el gobernador Andrés Granier propuso al Congreso del Estado la llamada “ley anti-rumor”, que ha desatado indignación colectiva porque se advierte como un intento de limitar el uso de las redes sociales y de la libertad de expresión.

El martes 6 de septiembre, Granier declaró a los medios que se hicieron estudios para elaborar su iniciativa y que incluso la propuesta fue revisada “por un equipo jurídico de gente que tiene todo el conocimiento y se hicieron muchos sondeos de opinión…”

Un reportero le preguntó si esos estudios serían dados a conocer públicamente y el gobernador contestó: “Sí, claro, sí, hay una página de transparencia, ahí debe aparecer todo”. Sin embargo, ni en el portal de transparencia (transparencia.tabasco.gob.mx) ni en el sitio oficial del Gobierno del Estado (www.tabasco.gob.mx) se encuentra la información.

Igual que en otras ocasiones, el mandatario estatal asegura que hay documentos pero no los exhibe. Como servidor público, Granier tiene la obligación de responder por sus actos, de modo que la petición natural en este caso es que, si en efecto hay estudios que sustenten la iniciativa de “alarma social”, pues: ¡muestre el documento!, gobernador.

fernandovazquezr@gmail.com

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