Por Fernando Vázquez Rosas
(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 26 de marzo de 2012)
En 2010, el gobierno de Andrés Granier recibió 485 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF), destinado a obra pública.
Pero, una vez que el dinero estaba ya en las arcas estatales, la Secretaría de Administración y Finanzas que encabeza José Saiz Pineda transfirió 260 millones de pesos a una cuenta de BBVA Bancomer denominada “Cuenta de Gastos”.
El hecho no es menor porque esos 260 millones de pesos desviados a otro destino representaron el 53 por ciento del FAFEF destinado a Tabasco en 2010.
Meses después, en sigilo, sin explicación alguna, comenzó la devolución del dinero. Al mes de agosto de 2011 ya se habían realizado reintegros por un total de 107 millones de pesos más otros 3 millones por concepto de intereses y quedaron por devolverse 153 millones más.
Un dinero federal que debía invertirse íntegro en obra pública estatal, porque el FAFEF es justamente para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas, simplemente se fue a otra cuenta.
La operación hubiera quedado oculta, como quizá ocurre con otras muchas relacionadas con el dinero público en Tabasco, de no ser porque la Auditoría Superior de la Federación detectó la transferencia y pidió explicaciones, sobre todo porque aún quedaban 153 millones de pesos por devolver.
Durante el tiempo en que la fiscalía federal llevó a cabo sus auditorías en la entidad, la oficina de José Saiz reintegró 159 millones de pesos, tomando en cuenta los 153 millones que debía más los intereses que se habían generado.
Pese a la devolución del monto, la Secretaría de Finanzas no pudo explicar el desvío y entonces la Auditoría Superior de la Federación ordenó que la Secretaría de Contraloría del Gobierno del Estado, a cargo de Roger Pérez Evoli, realice las investigaciones pertinentes y, en su caso, inicie el procedimiento administrativo que corresponda contra los servidores públicos responsables de esta transferencia irregular.
No es difícil imaginar que el contralor estatal tratará de minimizar la situación y, en todo caso, sancionará a funcionarios de bajo nivel para tratar de cerrar el caso. Sin embargo, esta transferencia ilustra claramente que algo muy extraño sucede con el manejo del dinero en el gobierno granierista. ¿Qué es esa “Cuenta de Gastos”? ¿Por qué Finanzas desvía dinero federal destinado a obras hacia otros rubros hasta ahora inexplicables?
Una vez más se confirma que dinero para obras públicas hay, puesto que está acreditado que los montos federales del FAFEF llegan a la entidad. Sin embargo, lo que no existen son las obras. Y esta transferencia detectada por la ASF hacer ver que no hay obras en Tabasco por un manejo irregular del dinero público en manos del gobierno estatal.
Porque el caso de los 260 millones de pesos que se fueron a esa misteriosa “Cuenta de Gastos” no fue la única irregularidad en el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas.
En sus revisiones, la Auditoría Superior de la Federación también detectó que el gobierno de Granier financió con recursos del FAFEF el pago de intereses generados de los mil 500 millones de pesos que otorgó la Federación por concepto de anticipo de participaciones 2010.
Fue un total de 23 millones de pesos que la administración estatal tomó del FAFEF para saldar los intereses. Y lo hizo de manera indebida porque no contaba con autorización del Congreso del Estado para esa operación.
En este caso, el gobierno estatal no devolvió el dinero y la Auditoría Superior de la Federación determinó un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal, por lo que este asunto también está bajo investigación.
Por el caso del desvío a la “Cuenta de Gastos” y el desvío al pago de intereses del anticipo de participaciones, la fiscalía federal emitió un dictamen negativo sobre el uso del FAFEF por parte del Gobierno del Estado, es decir, reprobó a la administración granierista en este rubro.
Dice el dictamen: “La Auditoría Superior de la Federación considera que, en términos generales y respecto de la muestra auditada, el Gobierno del Estado de Tabasco no cumplió con las disposiciones normativas aplicables…”
(DAR CLICK AQUÍ PARA VER EL RESULTADO DE LA ASF SOBRE EL FAFEF EN TABASCO)
POR CIERTO… No es suficiente la salida del director de la Policía Ministerial, Mario Romero, por la muerte de la familia oaxaqueña. El gobernador Andrés Granier debe cesar al Procurador Gregorio Romero Tequextle para que haya una investigación del caso imparcial y a fondo. La coordinadora del PRD en el Congreso local, Claudia Bojórquez Javier, recordó hace unos días que en Guerrero el mandatario cesó a su Procurador para garantizar el buen desarrollo de las indagatorias sobre el caso donde policías ministeriales estuvieron involucrados en la muerte de dos estudiantes normalistas. “Consideramos que en el caso de Tabasco, el jefe del Ejecutivo estatal debe actuar de manera similar, y más aún, solicitar a la Procuraduría General de la República que atraiga el caso y realice las investigaciones, sólo así los tabasqueños tendremos certeza de que se hará justicia auténtica, pronta y expedita”, expuso la diputada, quien remarcó que si la Procuraduría estatal investiga el caso entonces sería juez y parte, pues tendría que indagar a sus propios elementos, lo cual hace parcial la averiguación… Por otro lado, la renuncia de Alfonso Castillo al IEPCT ha encendido un foco rojo que debe ser apagado cuanto antes. Cercano el primero de julio, la inestabilidad en el instituto encargado de organizar las elecciones pone en riesgo los propios comicios y la construcción de la democracia tabasqueña. Por eso el Congreso del Estado debe iniciar cuanto antes el proceso para elegir al nuevo Consejero Presidente. Cada día que pase el remolino político se hará más intenso. Y si no hay orden en la estructura de las instituciones, mucho menos lo habrá en su quehacer…
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