lunes, 19 de diciembre de 2011

PRI: sin candidato y sin líder

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 19 de diciembre de 2011)

Ya casi concluyó diciembre y el PRI ni para adelante ni para atrás en la selección de su candidato a la gubernatura. Por el contrario, el ambiente en torno del tricolor se ha ido enrareciendo cada vez más hasta llegar incluso a la violencia.

Lo evidente es que nadie cede. Luis Felipe Graham reafirmó que va por la gubernatura y renunció a la Secretaría de Salud con ese propósito. “No hay marcha atrás, la decisión ya la tomé”, expuso.

Jesús Ali sostuvo que sigue firme en su aspiración y durante su pasado Informe de Labores demostró que aún cuando no lo haya acompañado el gobernador Andrés Granier —como sí lo ha hecho con alcaldes perredistas— cuenta con la fuerza del gremio petrolero encabezado por Carlos Romero Deschamps.

Humberto Mayan sigue también en lo mismo. Retrocedió unas céntimas al admitir que sólo puede ser candidato de una coalición, pero ahora insiste en que en el tricolor nadie le ha dicho que sea inelegible por no cumplir los estatutos.

Evaristo Hernández Cruz igual sigue la ruta de la candidatura del PRI y ha anunciado que nada lo detendrá, ni siquiera los proyectiles que según su propia versión trataron de terminar con su vida en la madrugada de hace unos días.

En este caso hay que ser claros: atentado o autoatentado, el hecho es que las balas que atravesaron el parabrisas de la camioneta del ex alcalde no fueron de salva y eso significa que la violencia ha llegado a las puertas del tricolor.

Frente a este hecho es imposible no recordar 1994, cuando fueron asesinados Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu. Y aunque el aspirante presidencial Enrique Peña Nieto quizá no lo sepa, el escritor Carlos Fuentes definió 1994 como “el año en que vivimos en peligro”.

Pero igual que Graham, Ali, Mayans y Evaristo, los otros aspirantes tricolores a la gubernatura tampoco ceden. Ni Georgina Trujillo, ni Jaime Mier, ni Florizel Medina, ni Nicolás Bellizia y vaya, ni Cuco Rovirosa ni Candita Gil ni algún otro cuyo nombre escapa a la memoria, han dicho que ya no van.

De todos, el que menos posibilidades tiene es Humberto Mayans simplemente porque no reúne el requisito de tener siete años de militancia una vez que fue reafiliado. Tan sólo por ese detalle el ex Secretario de Gobierno ni siquiera podría inscribirse como precandidato, a menos que el PRI quiera un nuevo revés en los tribunales como el penoso caso de su dirigente estatal Miguel Alberto Romero.

Pero, ¿por qué en el PRI hay tantos aspirantes desatados que piensan que pueden llegar a ser el candidato a la gubernatura aun cuando algunos claramente no tienen posibilidades reales? La respuesta es sencilla: porque en el tricolor no hay un líder que conduzca la sucesión.

El gobernador Andrés Granier está disminuido en el ánimo colectivo a causa de su administración fallida, lo cual sólo puede restar puntos electorales al PRI. A esto se suman sus señales encontradas en torno de su posible sucesor que han alentado el conflicto interno en el tricolor. Por eso Granier no es el líder. Y por eso, de hecho, los propios militantes del PRI cada vez más evitan llamarlo “el primer priista del estado”.

El dirigente Miguel Alberto Romero tampoco es líder. Llegó a la presidencia del PRI con el respaldo del gobernador, pero la debilidad política del mandatario le ha restado autoridad. La novatez de Romero, además, no le ha permitido hacer cimientos sólidos en el entramado priista. Y para colmo, la pifia legal que lo sacó de la dirigencia un tiempo por orden de los tribunales federales terminó por sembrar en definitiva la duda sobre su eficacia. Miguel Alberto Romero, pues, no es el líder.

El delegado regional priista, Eugenio Hernández Flores, mucho menos es el líder. Lo más destacable es que logró reunir una sola vez a todos los aspirantes a la gubernatura. Pero más tardaron en tomarse la foto que en volver al “fuego amigo”. Su intervención ha sido mínima. Y ni siquiera puede presumir de un bajo perfil efectivo porque, si así fuera, tampoco se nota. Eugenio Hernández no es el líder.

Con sus exabruptos, el delegado estatal Adrián Alanís tampoco era el líder. De hecho llegó a ser más factor de división que de unidad, al grado que varios aspirantes exigían su relevo. Ahora se ha ido y en su lugar llegó el ex gobernador campechano José Antonio González Curi, quien tampoco puede ser el líder porque apenas comenzará a conocer la situación real de la sucesión tabasqueña. Eso, si no se va de vacaciones por navidad y decide retomar el caso hasta enero.

Huérfanos de líder en la entidad, es natural que los priistas busquen mando a nivel nacional. Pero Humberto Moreira, quien había venido al estado muy envalentonado, tuvo que salir por la puerta trasera de la dirigencia priísta en medio del escándalo por el sobreendeudamiento ilegal en Coahuila. Y el nuevo dirigente nacional, Pedro Joaquín Coldwell, ni se ha aparecido por la entidad.

Queda Enrique Peña Nieto. Sin embargo, el aspirante presidencial está en estos momentos para que sumen a su causa, no para resolver problemas internos de priistas como los de Tabasco, que dicho sea de paso es una entidad que no significa muchos votos para la elección presidencial.

Es simple: Peña Nieto no asumirá el liderazgo priista en la entidad porque su preocupación es la Presidencia de la República, no la gubernatura de Tabasco. Y además, claro, ahorita quizá está muy ocupado leyendo síntesis de libros, aprendiéndose autores, enterándose sobre el salario mínimo y tratando de conocer los precios de productos básicos como la tortilla.

Vaya, en el PRI de Tabasco están sin candidato y sin líder.

POR CIERTO… Unos días antes del 18 de octubre de 2009, cuando se llevaron a cabo elecciones locales, un grupo de reporteros sorprendió al entonces delegado en Tabasco del PRI nacional, Adrián Alanis Quiñones, saliendo de Palacio de Gobierno por la puerta que da a la calle Independencia. Fue aquella ocasión en que, con palabras burdas, el priista estimó que el tricolor aventajaba a la oposición en 14 ayuntamientos. “Sin presunciones ni nada, pero en 14 municipios papi está arriba de mami”, expuso el delegado, fiel a su estilo. A su salida de la sede del Poder Ejecutivo Alanis llevaba un maletín negro abultado que, al notar la presencia de los comunicadores, aventó de inmediato hacia el interior de la Suburban que lo esperaba. Evidentemente el priista no quiso decir qué llevaba el maletín. “Papeles, papeles”, esquivó.

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 12 de diciembre de 2011

El aguinaldo de Granier

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 12 de diciembre de 2011)

Los medios de circulación nacional se han ocupado de las prestaciones decembrinas para los altos funcionarios públicos federales.

El 24 de noviembre de 2011 el portal Animal Político publicó un reporte titulado “Los funcionarios que reciben los aguinaldos más jugosos”, donde se revela que de acuerdo con el Presupuesto Federal 2011 el aguinaldo del presidente del Tribunal Electoral será de 480 mil 429 pesos.

Otros aguinaldos son: 479 mil 690 pesos para el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; 470 mil 544 pesos para los Consejeros de la Judicatura Federal; 436 mil 718 pesos para el Consejero Presidente del IFE; y 389 mil 346 pesos para el presidente del INEGI.

También: 370 mil 996 pesos de aguinaldo para el Auditor Superior de la Federación; 360 mil 752 pesos para el Presidente de la República; 358 mil 768 pesos para un Secretario de Estado; 343 mil 281 pesos para el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; 234 mil 975 pesos para los Senadores de la República; y 198 mil 257 pesos para Diputados Federales.

El lunes 5 de diciembre El Universal publicó una nota titulada “A élite, aguinaldo de hasta $400 mil”, donde expone que “la alta burocracia, los diputados, senadores, consejeros electorales, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se alistan para recibir en sus cuentas bancarias aguinaldos de entre 160 mil y hasta 400 mil pesos, con los que pasarán las fiestas navideñas”.

Reforma también abordó el tema. El 11 de diciembre publicó la nota titulada “Se dan diputados ¡regalazo!”, en la cual informa que “este fin de año los diputados se recetaron, entre dietas, aguinaldos y bonos extras, un regalazo de Navidad de más de 420 mil pesos por legislador”.

Aquí en la entidad, el Tabasco Hoy publicó el sábado 3 de diciembre la nota titulada “Se despachan diputados 7.7 millones de pesos”, en la que expone: “A cuatro sesiones que termine el periodo ordinario el próximo 15 de diciembre, y con más de ocho iniciativas pendientes, los 35 diputados se preparan para recibir 221 mil pesos cada uno para esta Navidad, que incluye aguinaldo, dietas y prestaciones, que hacen una suma total de 7 millones 735 mil pesos”.

El tema es, pues, nota de temporada. Por eso resulta oportuno informar que de acuerdo con los recibos de pago del gobernador obtenidos a través de solicitudes de acceso a la información, cada diciembre Granier obtiene un aguinaldo equivalente a 85 días de salario, el cual se le entrega en dos partes: un primer recibo indica aguinaldo por 60 días y otro por los restantes 25 días.

Así, en 2007 el gobernador de Tabasco obtuvo un aguinaldo de 349 mil 380 pesos.

En 2008 fue de 364 mil 229 pesos.

En 2009 el aguinaldo de Granier ascendió a 379 mil 709 pesos.

Y en 2010 fue de 396 mil 036 pesos.

Cada año el aguinaldo del gobernador Granier aumenta 15 mil pesos en promedio, lo cual permite estimar que en 2011 el Ejecutivo percibirá unos 411 mil pesos por este concepto, que es muy superior al aguinaldo de 360 mil 752 pesos que recibirá Felipe Calderón, según el Presupuesto de Egresos de la Federación (ver pág. 95).

En 2010, de hecho, Granier ya recibió más aguinaldo (396 mil 036 pesos) del que recibirá Calderón este 2011 (360 mil 752 pesos).

Pero el aguinaldo de Granier también está por arriba del que recibirá el presidente del INEGI, el Auditor Superior de la Federación, los Secretarios de Estado, el presidente de la CNDH, los Senadores de la República y los Diputados Federales.

Y mientras Granier recibe más de 400 mil pesos de aguinaldo, un trabajador que gana el salario mínimo vive otra realidad.

Según los datos oficiales de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, Tabasco se ubica en al Área Geográfica “C” donde en 2011 el mínimo diario es de 56.70 pesos, equivalentes a mil 701 pesos mensuales. En el supuesto de que un obrero también recibiera 85 días de aguinaldo, eso significaría que este diciembre obtendría 4 mil 819 pesos por ese concepto.

Así las cosas, un empleado tabasqueño que gana el salario mínimo tendría que trabajar 85 años para obtener un aguinaldo como el del gobernador Andrés Granier.

El dato del aguinaldo de Granier exhibe la desigualdad que existe en el estado y toma un sabor más agrio si se recuerda que, además del salario, el gobernador recibe en diciembre su sueldo mensual, prima vacacional y una asignación adicional por requerimiento del encargo que eleva sus ingresos hasta casi 600 mil pesos.

Y mientras cada año el gobernador Andrés Granier tiene su “buen fin”, en Tabasco casi 60 por ciento de la población está en situación de pobreza y una tercera parte vive problemas de acceso a los alimentos.

Literalmente en Tabasco hay un gobierno rico, con pueblo pobre. Y la austeridad es una farsa.

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 5 de diciembre de 2011

Coldwell conoce a Mayans

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 5 de diciembre de 2011)

Ahora resulta que Humberto Mayans es amiguísimo de Pedro Joaquín Coldwell y no sólo eso, sino que ambos han tenido grandes coincidencias dentro de la alta política nacional. Huele a oportunismo político.

A ver: Hace apenas unos días Mayans reapareció por enésima vez en la escena pública estatal. “Aquí estoy, para mí sería un gran honor servir a Tabasco”, manifestó la mañana del lunes 28 de noviembre. Se le veía contento, animado.

Por redes sociales había circulado la versión de que Mayans se había reunido con el dirigente nacional priista Humberto Moreira para buscar respaldo a su aspiración por la candidatura gubernamental.

No hubo que especular mucho. El propio Mayans confirmó el hecho aquel 28 de noviembre al declarar que seguía firme en su aspiración porque Humberto Moreira, a quien se refirió como su “tocayo”, no le había mencionado nada de que tuviera dificultades relacionadas con los estatutos priistas.

“Yo acabo de platicar con mi tocayo Moreira”, dijo Mayans. Y completó: “Humberto Moreira, mi tocayo (…) nunca me dijo que no era elegible y nunca me dijo que había impedimentos tanto en la ley como en los estatutos, no se trató ese tema”.

En cierto modo, Mayans intentó hacer creer que Moreira lo había palomeado, lo cual despertó críticas severas del ex alcalde Evaristo Hernández Cruz, otro priista y también aspirante a la gubernatura, quien lo tildó de presumido.

“Escuché a un presumido presumir que había platicado con Moreira. Lo hace con bombo y platillo. Como no tiene nada abajo y los tabasqueños no lo voltean a ver tiene que venir a presumir que platicó con alguien de fuera, con el dirigente nacional del PRI, para que todo mundo sepa que él se reúne con el dirigente nacional del PRI, pero eso no tiene importancia, aquí somos los tabasqueños los que vamos a decidir qué vamos hacer con Tabasco”, dijo Evaristo Hernández.

La “palomeada” de Humberto Moreira a su “tocayo” Humberto Mayans de por sí no era nada alentadora para el priista tabasqueño. Si lo que buscaba era legitimidad, había errado el camino.

Y es que la acusación contra Mayans es que pretende imponerse como candidato del PRI al Gobierno de Tabasco cuando en realidad no cumple el requisito de siete años de militancia luego de haberse reafiliado al tricolor.

Pero Moreira enfrentaba y enfrenta también señalamientos de haber sobre endeudado Coahuila incluso con falsificación de documentos. De modo que una priista acusado de cometer ilegalidades estaba respaldando a otro priista acusado de cometer ilegalidades.

Sin embargo, en épocas electorales los días políticos pasan demasiado rápido y ahora con la dimisión de Moreira a la dirigencia nacional del PRI, Mayans ha tenido que volver a formarse en la fila de aspirantes a la gubernatura.

Ah, pero al más descarado estilo de “¡que muera el rey!, ¡que viva el rey!”, han surgido versiones que buscan destacar las supuestas coincidencias que Humberto Mayans ha tenido con Pedro Joaquín Coldwell, quien en breve asumirá la presidencia nacional del PRI.

No obstante, es preciso decir que Pedro Joaquín Coldwell sí conoce, y conoce muy bien, a Humberto Mayans. El ex Secretario de Turismo sabe perfectamente quién es el ex Secretario de Gobierno. Es más, lo conoció aquí en Tabasco.

A fines de septiembre del año 2000 Humberto Mayans era Diputado federal del PRI pero, a escasos 15 días de que se llevara a cabo la elección para elegir gobernador de Tabasco, respaldó abiertamente al aspirante perredista César Raúl Ojeda Zubieta y buscó desacreditar al candidato de su propio partido Manuel Andrade Díaz.

La cosa es que en ese entonces el delegado del PRI en Tabasco era justamente Pedro Joaquín Coldwell quien, prudente, simplemente declaró que “el diputado Mayans Canabal con su posición se somete al juicio de la militancia y será esta quien dará la opinión definitiva”. No obstante, Mayans siguió alimentando el encono al interior de su partido.

El resultado inicial de aquella contienda electoral fue que Andrade había ganado la gubernatura. Sin embargo, el 28 de diciembre de 2000, dos días antes de que asumiera el cargo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidió anular la elección por considerar que “el Gobierno del Estado de Tabasco no fue neutral en la elección de gobernador, lo cual implica una afectación en libertad del posible sufragio”.

Los priistas quedaron estupefactos y, aunque criticaron el fallo, anunciaron que lo acatarían. “Fue un duro golpe para el PRI”, declaró desconcertado Pedro Joaquín Coldwell, quien buscó cerrar filas con el priismo estatal para tomar medidas emergentes frente a un perredismo que buscaba nombrar gobernador interino.

Mayans, sin embargo, aprovechó la confusión para abrir fuego y tratar de saldar cuentas pendientes. “Roberto Madrazo debe irse del PRI y del propio estado”, pidió. Y cuando mediante argucias los priistas lograron imponer a Enrique Priego Oropeza como gobernador interino, Humberto Mayans terminó por abandonar el tricolor el 5 de enero de 2001.

Al hacer pública su renuncia al PRI, Mayans dijo que ese partido se había convertido en “un lastre para la Nación” y lanzó acusaciones fuertes: “No seré cómplice de una pandilla que asaltó ilegalmente el gobierno y el partido en Tabasco, y de una dirigencia nacional que en lugar de asumir su responsabilidad moral ante los hechos, apoya abiertamente el albazo legislativo que sufrimos los tabasqueños”.

Pedro Joaquín Coldwell, hay que insistir, había sido el delegado en Tabasco del PRI nacional durante todo el proceso electoral y durante la crisis por la anulación de los comicios. Ante los ojos de Mayans era, por tanto, integrante de esa “pandilla” y de esa “dirigencia nacional” que no asumió su responsabilidad moral.

Luego de un breve paso por el PRD, ahora Humberto Mayans está de regreso en el tricolor donde busca ser candidato a la gubernatura de Tabasco. Y Pedro Joaquín Coldwell está por ser nombrado presidente nacional del PRI.

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 28 de noviembre de 2011

Mayans, conflictos y mentiras

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 28 de noviembre de 2011)

Que no. Que sí. Que siempre no. Que a lo mejor siempre sí. Con altibajos discursivos ha mantenido Humberto Mayans su participación en el proceso electoral de 2012. La realidad es que desde hace muchos años ha tenido en la mira la gubernatura de Tabasco, aunque su propia actuación lo ha alejado cada vez más de ese objetivo.

Oportunidades no le han faltado. Ha sido titular de diversas Secretarías del Gobierno de Tabasco, Diputado Federal, Senador de la República, agregado cultural en la Embajada de España, por citar sólo algunos cargos públicos. En el ámbito partidista fue presidente del PRI tabasqueño y delegado del PRD en Yucatán y Chiapas durante su breve paso por ese partido.

Pero aún con su amplia trayectoria no ha querido, no ha sabido o no ha podido construirse un camino terso hacia la gubernatura, fundamentalmente porque su actuación siempre ha estado cercana al conflicto y la mentira. En vez de sumar, divide. En lugar de establecer compromisos, obliga.

En el PRI tabasqueño fueron públicas sus diferencias con el líder campesino Héctor Argüello. Cuando fue Senador se integró al “Grupo Galileo” contra el presidente Ernesto Zedillo. Durante los años que fue Diputado federal renunció al PRI argumentando que no sería cómplice de la “pandilla de Roberto Madrazo”, a quien acusó de haber promovido el amiguismo, el compadrazgo, el porrismo, la ineficiencia, el mapachismo, el caciquismo y actos de violencia que ensangrentaron las banderas del Tricolor.

Fuera del PRI, Mayans se sumó al PRD en 2002 buscando ser candidato opositor al gobierno tabasqueño. Frustrada su aspiración, dejó el sol azteca y en 2006 apoyó la campaña de Andrés Granier, quien ya al frente de la administración estatal lo hizo Secretario de Gobierno.

Pese al anuncio oficial de buscar la reconciliación, desde la Secretaría de Gobierno Humberto Mayans se dedicó a tratar de despejar su camino a la gubernatura al estilo del PRI más rancio, aquel que hizo del autoritarismo su razón de ser. Fue señalado de comprar conciencias, de emprender “guerras sucias”, de integrar una red de espionaje para perseguir opositores (la Red Maya), de hacer a un lado al propio gobernador.

Dueño del poder, en su trato sólo daba dos alternativas: comprar o someter. Quien no aceptara prebendas tendría que atenerse a la mano dura. Para eso tenía un presupuesto ilimitado y una estructura para obedecer sus órdenes, aún las más siniestras.

En 2007 la Secretaría de Gobierno a su cargó tenía 402 millones de pesos de presupuesto pero gastó mil 204 millones, es decir, 200 por ciento más de lo autorizado. Y en 2008 la dependencia tenía 447 millones aprobados y erogó 910 millones de pesos, o sea, 100 por ciento más.

Durante su gestión en la Secretaría de Gobierno se abrió el Centro de Información y Análisis Político (CIAP) desde donde, según denuncias del PRD, se espiaba a los opositores o a todos aquellos que fueran catalogados como enemigos, no de Tabasco, sino del propio Mayans. El ex procurador Gustavo Rosario y el Secretario de Salud, Luis Felipe Graham, han sido uno de sus blancos más notorios.

“Mayans desconoce la moral”, sostuvo Gustavo Rosario cuando dejó la Procuraduría. “Ya todos sabemos de dónde vienen las guerras sucias”, declaró Graham hace poco en una entrevista radiofónica y aunque no se refirió en específico a Mayans, sus colaboradores cercanos se han encargado de hacer la precisión a cambio de que se les mantenga en el anonimato.

Ahora que quiere ser gobernador Mayans habla de unidad y de que el desarrollo se ha detenido a causa del conflicto que inició desde los años ochenta, pero no admite que él mismo ha sido protagonista de primera fila en este camino sinuoso.

Cuando se le pregunta de esta fama pública Mayans ríe, lo niega, se deslinda, manifiesta su fe en los valores democráticos. Pero su actuación contradictoria siempre deja ver otra cosa. Nada más hay que revisar, por ejemplo, sus declaraciones acerca de su aspiración a la gubernatura.

En los primeros meses de la administración granierista aseguró que no buscaría ser gobernador. “Hay que darle paso a las nuevas generaciones”, dijo textual en Telereportaje. El lunes 10 de enero de 2011 dio otra versión al periodista Jesús Sibilla: “Yo dije y sostuve que no debería participar ya porque deberían venir las nuevas generaciones, lo dije en esos momentos con absoluto y total convencimiento, y no me arrepiento ni me desdigo”.

Pero sí se desdijo porque ese día anunció que buscaría la gubernatura. Y como para justificar que siempre ya no le daría paso a las nuevas generaciones, dijo: “Yo voy a hacer todo lo que pueda, en la trinchera que esté, para que los jóvenes, los mejores y más preparados, lleguen a ocupar cargos a nivel nacional o estatal”.

Es curioso: un joven tuvo que ver cuando Mayans acusó intereses mezquinos decisorios que lo alejaron de la contienda priista por la gubernatura. Diversas versiones coinciden que Fabián Granier, hijo del gobernador, manifestó abiertamente su simpatía por Luis Felipe Graham y eso motivó que Mayans anunciara, por segunda ocasión, su retiro aspiracional.

“He decidido comunicar mi determinación de no participar en el proceso interno que mi partido (el PRI) definirá para seleccionar al candidato al Gobierno del Estado”, dijo Mayans la mañana del lunes 11 de julio de 2011. Pero aunque se fue unos días al extranjero, en realidad nunca se retiró y ya instalado en la procacidad asistió el lunes 7 de noviembre a la comida de aspirantes priistas a la gubernatura y hasta salió en la foto aún cuando no ha anunciado su regreso a la contienda.

Sobre el estilo de mentir sobran los ejemplos. Cuando Mayans manifestó abiertamente que buscaría la candidatura al gobierno, aseguró que en semanas dejaría la Secretaría de Gobierno, pero el plazo se extendió a meses. Cuando anunció que se retiraría de la contienda dijo al periodista Jesús Sibilla que regresaría a Telereportaje para explicar públicamente aquello de los “intereses mezquinos decisorios” y hasta la fecha sigue sin cumplir.

En una de sus entrevistas para Telereportaje Mayans declaró: “Yo trato de no engañar, de hablar con la verdad, de hablar a los ojos con honestidad y sinceridad”. La falta de contundencia lo exhibió. Dijo “yo trato de no engañar”, cuando debió decir “yo no engaño”. El matiz lo delató.

Todo indica que esta semana Mayans anunciará formalmente su retorno a la contienda por la gubernatura. No le queda de otra, los plazos se vencen y el PRI es río revuelto. Su retorno, sin embargo, no estará exento una vez más de conflicto. Abiertamente el ex alcalde Evaristo Hernández se ha manifestado contra la imposición que, acusa, pretende hacer el gobernador Granier con la persona del ex Secretario de Gobierno.

Como quiera que sea, la aspiración de Humberto Mayans sigue teniendo un problema de origen: concibe la gubernatura de Tabasco como un obsequio que merece, no como un cargo que debe ganarse a partir del ejercicio democrático.

fernandovazquezr@gmail.com

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martes, 22 de noviembre de 2011

Candita

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el martes 22 de noviembre de 2011)

Agosto 2011: Candita aparece en una foto rodeada de unos 60 trabajadores administrativos de la UJAT.

Septiembre 2011: Candita figura en la imagen vestida de rojo y sonríe mientras ondea la Bandera Nacional.

Octubre 2011: Candita se ve en la instantánea junto al gobernador Andrés Granier mientras develan la placa inaugural de un Edifico de Laboratorios.

Noviembre 2011: Candita posa para la fotografía junto al gobernador Granier, el escritor Héctor Aguilar Camín y otros personajes.

Diciembre 2011: Candita figura en el retrato dando un discurso por la inauguración del Campus Bicentenario, en un presídium encabezado por el gobernador Granier.

Enero 2012: Candita, también ante el gobernador Granier, aparece en la imagen dando su Tercer Informe de Actividades.

Las fotos del “Calendario Escolar y de Actividades 2011-2012” de la UJAT que ilustran febrero, marzo, abril, mayo, junio y julio del 2012 ya no muestran a la rectora. Pero Candita reaparece en la imagen de “Agosto 2012”, donde posa entre un numeroso grupo de estudiantes.

El calendario de escritorio cierra con un cronograma de actividades relevantes del año escolar. En la parte inferior figura el logotipo de la UJAT y una fotografía más que muestra a la rectora sonriente al lado de su nombre completo: Candita Victoria Gil Jiménez.

Esa misma imagen de Candita al lado de su nombre también aparece en calendarios de bolsillo y otros de grandes dimensiones que pueden verse pegados por los pasillos de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

Hace tiempo que la UJAT imprime este tipo de calendarios, pero tan sólo el del año actual exhibe que la rectora está violando abiertamente el artículo 134 de la Constitución de la República que prohíbe la promoción personalizada de los servidores públicos.

El párrafo octavo del artículo 134 es claro: “La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social que difundan como tales los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.

Dudoso de si el 134 constitucional incluía a la rectora Candita Gil, dado que la UJAT tiene autonomía, vía telefónica pregunté sobre el caso al doctor Ernesto Villanueva, especialista en Derecho a la Información, autor de varios libros sobre el tema e investigador de tiempo completo en la UNAM.

“Por supuesto que sí la incluye, la autonomía es para gestión administrativa pero todos los servidores públicos, incluidos los rectores, están obligados a respetar el marco legal, mucho más la Constitución; si aplica para el Presidente de la República, también para la rectora de la UJAT”, explicó Villanueva, también articulista del semanario Proceso.

La única excepción al artículo 134 de la Constitución está prevista en el Numeral 5 del Artículo 228 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), que permite el uso de imágenes y nombres de los servidores públicos una vez al año, específicamente siete días antes y hasta cinco días posteriores a la fecha del informe de labores que tienen obligación de presentar todos los funcionarios.

El de los calendarios no es el caso, como tampoco lo es la carta que Candita está enviando a los domicilios de egresados y estudiantes de la UJAT para aparentemente despedirse como rectora, dado que dejará de serlo en enero de 2012. Tanto en el sobre como en la carta aparece el logotipo de la universidad y el nombre de Candita con su firma.

Habría que ver cuánto le está costando a la universidad esta comunicación personalizada, pero lo que es un hecho es que la rectora está utilizando recursos públicos y el padrón de la UJAT para promocionarse a sí misma, lo cual toma tintes enteramente políticos dado que hace poco se asumió públicamente como aspirante del PRI a la gubernatura.

Hace como dos años se sabía ya de esa aspiración, pero fue el viernes 19 de marzo de 2010 cuando la propia Candita abrió por vez primera la posibilidad. Aquél día, al término del “Gallo Universitario”, declaró: “Yo me mantengo metida trabajando en el quehacer universitario, lo voy a hacer hasta el último día de mi rectorado y cuando yo termine, si puedo ser útil, bueno, pues entonces habrá quien me invite a participar”.

Pero ya no esperó a concluir su gestión ni a que alguien la invitara. Ella misma se “destapó” el viernes 2 de septiembre de 2011 ante el periodista Emmanuel Sibilla en Telereportaje: “Me verán en las boletas… terminando mi vida académica yo sí me voy a dedicar a la vida política, si eso quieren escuchar”.

Desde entonces, aún sin concluir su vida académica, Candita no ha dejado de hablar de su aspiración. “No me cabe duda que en el 2012 estaré en las boletas”, dijo a reporteros el lunes 12 de septiembre de 2011. Y el lunes 7 de noviembre especificó su aspiración a la gubernatura: “Yo también estoy lista para llevar los destinos de Tabasco”.

Candita no puede ser la abanderada del PRI a la gubernatura porque no cumple el requisito estatutario de haber tenido un puesto de elección popular, aunque ella misma ha declarado que ese candado se abre si es candidata de una alianza partidista. Ya sabe, pues, cómo darle vuelta a la ley.

Dentro de su autopromoción declarativa, Candita alude a su trabajo en la UJAT, donde ha sido rectora por dos periodos. Entre sus logros suele mencionar la edificación del Centro Internacional de Vinculación y Enseñanza (CIVE) y el Campus Bicentenario donde ahora se ubica la escuela de derecho. La rectora debiera explicar, sin embargo, para despejar toda duda de tráfico de influencias, por qué esas obras se asignaron al arquitecto Agustín Centurión Hidalgo, quien era el Presidente de la Junta de Gobierno de la UJAT.

Y de paso convendría que también explicara por qué Centurión fue Presidente de la Junta de Gobierno casi seis años (del 27 de enero de 2006 al 19 septiembre 2011) cuando el artículo 17 de la Ley Orgánica de la UJAT establece que “los miembros de la Junta de Gobierno durarán en su cargo cuatro años” y por tanto no da lugar a la ratificación.

No vendría mal tampoco una explicación de por qué la Secretaria de Servicios Académicos, María Isabel Zapata Vázquez, siendo también la Coordinadora de Becas de la UJAT, se autoasignó en 2007 una “Beca de Apoyo” que le significó en solo tres meses ingresos superiores al medio millón de pesos, sumados su salario mensual de 32 mil 293 pesos más cuatro cheques por un total de 472 mil pesos.

Igual falta una explicación de por qué la rectora Candita regaló al Secretario de Educación, Alonso Lujambio, “un reloj de pulsera marca Hermes, correa color café oscuro de cocodrilo hecho en París”, según publicó el diario Milenio nacional el 19 de febrero de 2010, cuando la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos prohíbe a los funcionarios recibir obsequios cuyo costo supere los 10 salarios mínimos vigentes en el Distrito Federal (alrededor de 500 pesos).

Pero si es mucho pedir, estaría bien que Candita explicara al menos por qué durante su periodo como rectora han descendido el ingreso y la eficiencia terminal en el nivel licenciatura aún cuando cada año ha tenido muchos más recursos presupuestales.

Datos obtenidos por el investigador Javier Herrera mediante solicitudes de acceso a la información permiten saber que en 2004 la universidad tuvo un presupuesto de 833 millones de pesos y en 2010 alcanzó mil 888 millones, más de 125 por ciento de aumento. Sin embargo, la matrícula de licenciatura descendió de 26 mil 968 estudiantes en 2004 a 26 mil 609 en 2010. Y peor aún, el número de egresados bajó de 2 mil 841 alumnos en 2004 a 2 mil 689 en 2010.

Hacen falta muchas explicaciones pero quizá Candita ya no se ocupe. Está en campaña.

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 14 de noviembre de 2011

El evento del Convenciones

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 14 de noviembre de 2011)

En la época del presidencialismo priísta, el día del Informe de Gobierno era considerado el "Día del Presidente", una fecha de culto a la adulación, el aplauso fácil, la prepotencia y el avasallamiento de los ciudadanos.

Con la Banda presidencial en el pecho, el Ejecutivo federal acudía al Congreso de la Unión a entregar su Informe y desde la tribuna legislativa daba un mensaje a la Nación, tras lo cual encabezaba un desfile por las principales avenidas de la Ciudad de México. Los automovilistas eran obligados a detenerse o desviar su camino para dar paso al "Señor Presidente" y los aparatos de seguridad se desplegaban por doquier.

Momento para el confeti, la oposición era contenida salvo aquella de membrete que se sumara a la lisonjería; el espíritu de la rendición de cuentas era reducido a su mínima expresión. Hay que decir que si bien autoritario, el gobierno federal de aquel tiempo era cuidadoso de las formas legales y políticas, por más amañadas y solemnes que fuesen. Por eso acudía al Congreso el Presidente, para que lo acusaran de todo menos de evadir la ley. Con la alternancia las cosas han cambiado. Aunque el modelo de presentación del Informe presidencial sigue siendo perfectible, ya existe una mejor hechura legal para cumplir ese mandato.

En Tabasco, sin embargo, persiste el estilo del viejo régimen, entendible por la permanencia del PRI en el poder, no siempre tutelada por la voluntad popular. En este montaje tricolor, la rendición de cuentas también es lo de menos. El esmero se centra en tratar de que el día del Informe sea el "Día del Gobernador".

No hay desfile, pero el mandatario estatal organiza un evento masivo con asistentes a modo para ser aplaudido y felicitado por supuestos logros, aunque se trate de minucias. El Ejecutivo opta por ese escenario que garantiza seguridad a su ego pero desprecia el acto oficial de ir personalmente al Congreso del Estado a entregar su Informe.

En el sureste mexicano el tabasqueño Andrés Granier es uno de los dos únicos gobernadores que no acuden al Poder Legislativo a reportar el estado que guarda la administración. La segunda es la mandataria de Yucatán, Ivonne Ortega. Ambos recurren a la salida fácil de enviar un representante.

Sí lo hace en cambio el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, quien el 16 de diciembre de 2010 presentó su Cuarto Informe de Gobierno y se prevé que este año también acuda al Legislativo. El Ejecutivo veracruzano, César Duarte, aún no rinde cuentas pero su antecesor, Fidel Herrera, entregaba su Informe en propia persona; su último acto de este tipo fue el 15 de noviembre de 2010.

Hasta su sexto y último Informe, presentado el 27 de marzo de este 2011, el gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, acudió personalmente al Poder Legislativo para cumplir el mandato legal. La misma práctica ha emprendido el campechano Fernando Ortega Bernés en los inicios de su gestión, de modo que el 7 de agosto de 2011 fue al Congreso de su estado a informar sobre el ejercicio de la administración que encabeza.

Reacio a la transparencia y la rendición de cuentas, como lo exhibe su persistente silencio sobre todo en los temas financieros, Granier evita acudir al recinto legislativo porque tendría que enfrentar la crítica opositora, aún la simbólica como el abandono de curules por parte de los diputados del PRD.

Pero guste o no al Ejecutivo estatal, el Informe de Gobierno se rinde legalmente ante el Poder Legislativo, no en otro escenario por más cómodo que le resulte. El artículo 51 de la Constitución de Tabasco es claro en que el gobernador tiene la obligación de presentar un Informe escrito al Congreso local. En ninguna línea se indica que además deba emitir un discurso con ese motivo en algún otro sitio. No existen pues dos figuras del Informe, una legal y otra pública, como lo ha querido hacer ver el gobernador.

El evento en el Centro de Convenciones anunciado para el domingo 13 y pospuesto para el martes 22 de noviembre es un acto no previsto en la ley y por tanto significaría el uso de recursos públicos con fines políticos. Y si es aprovechado para placear a los aspirantes presidenciales o estatales del PRI, se estaría además ante el uso del erario con propósitos electorales, un franco delito.

No sobra puntualizar que aquello que Andrés Granier pospuso a causa de la muerte del Secretario de Gobernación y la tragedia de Carrizal no fue el Informe de Gobierno sino justamente ese acto que tenía y tiene organizado para sí mismo junto a uno de los aspirantes presidenciales de su partido.

Tan es así que el pasado domingo 13 el secretario de Gobierno, Rafael González Lastra, entregó el Informe escrito de Granier al Congreso. No podía ser de otra manera porque el artículo 51 de la Constitución también establece que es el segundo domingo de noviembre cuando el mandatario debe cumplir esa obligación.

Con el juego de fechas que ha hecho el gobernador, habrá que revisar en su oportunidad que no se rebase el límite de tiempo previsto para la publicidad oficial sobre el Informe. El Numeral 5 del Artículo 228 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) permite los anuncios siete días antes y hasta cinco días posteriores a la fecha de la rendición de cuentas.

Como la fecha del Informe fue el domingo 13, la publicidad permitida del gobernador Granier con este motivo vence el viernes 18 de noviembre. Si se pretendiese extender la publicación de anuncios hasta el 27 de noviembre, argumentando que el día del Informe será el martes 22, se incurriría en una falta legal.

Frente al luto anunciado por las tragedias del 11 de noviembre, la vorágine política que desata la cercanía del proceso electoral y las crecientes necesidades en el estado, a lo que debe agregarse de manera insistente que el Informe ya se entregó el domingo pasado, el evento del Centro de Convenciones resulta un acto insulso que el gobernador bien podría olvidar puesto que ni siquiera es mandato legal.

Ya ocurrió algo similar en 2007, cuando debido a las inundaciones sólo se entregó el Informe escrito al Congreso y no hubo ya ningún otro evento adicional. Es improbable, sin embargo, que esta vez Granier desista porque está en búsqueda de la popularidad perdida y porque necesita escenarios y pretextos para tratar de salvar al PRI de la debacle electoral que tiene en puerta según marcan las estadísticas.

Por eso pospuso el acto del Convenciones hasta no antes del 22 de noviembre, no por el luto, sino porque en los días previos seguramente Enrique Peña Nieto tenía agenda llena y no habría podido venir.

fernandovazquezr@gmail.com

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viernes, 11 de noviembre de 2011

POR LA LIBRE (Telereportaje)

Por Fernando Vázquez Rosas

(XEVT 970 AM / 104.1 FM. Viernes 11 de noviembre de 2011)

Como si las cosas marcharan de maravilla en Tabasco, Andrés Granier ha anunciado un magno evento en el Centro de Convenciones para este domingo 13 de noviembre. No para rendir cuentas, sino para placear a los aspirantes del PRI a la Presidencia y a la gubernatura. Todo, con dinero público.

Pero que nadie se sorprenda. Es natural que Granier busque desviar los reflectores porque él no tiene nada que decir el día de su Quinto Informe.

¿O qué, acaso reconocerá que en vez de luchar por el desarrollo de la entidad se la ha pasado peleando despensas?

¿Será que va a informar sobre el saldo de los deudores diversos?

¿Dará cuenta acaso de por qué el Transbús, su programa estrella, ya ni siquiera tuvo continuidad?

¿Explicará por qué corrió a miles de trabajadores con el pretexto de la reingeniería, pero protegió a su colega José Escayola y a su ahijado Rigoberto Navarro?

¿Será que rendirá cuentas sobre el uso y abuso de recursos públicos que hace su hijo Fabián Granier?

¿Aclarará de una vez por todas, para alejar toda sospecha de corrupción, si es cierto o no que le robaron una suma millonaria en una casa de su propiedad al sur del Distrito Federal?

No, no, no, no. No es difícil imaginar que Granier se la va a pasar dando pretextos para tratar de justificar su relajo administrativo.

Aunque ahora está metido en un lío, porque ni modo que culpe de todo a las inundaciones cuando él mismo aparece en los anuncios diciendo que el Plan Hídrico sí ha funcionado.

Y aquí, discúlpenme, pero hemos llegado a un momento crucial de la sinrazón. ¿Qué no Granier acusaba al gobierno federal de no concluir el Plan Hídrico? ¿Por qué Granier se adjudica como un logro propio el Plan Hídrico, si el Plan Hídrico es de competencia federal y específicamente de la Conagua? ¿Y cómo es que presume Granier el Plan Hídrico si ahora mismo hay gente inundada?

A estas alturas del sexenio, el saldo de esta administración está clarísimo: Del gobierno granierista lo que más se ve es lo que no se ve.

Hasta los priístas lo reconocen. “Faltan resultados”, señaló el ex candidato presidencial Roberto Madrazo. “Todos los sectores están mal”, acusó la diputada federal Georgina Trujillo. Parece que el único que no se da cuenta es Andrés Granier. ¡Por favor, en el día del Informe que alguien le informe al gobernador cómo está Tabasco!

La verdad es que las administraciones priistas han envilecido la figura del Informe de Gobierno. En vez de un acto de rendición de cuentas lo han convertido en un circo político, donde el gobernador recibe aplausos por sus mentiras.

Pero todo se revierte. Hay datos que demuestran que la mayoría de los tabasqueños repudia al gobernador Andrés Granier. Tanto, que seguro ahora mismo muchos festejan que haya llegado ya la fecha del Quinto Informe, pero no por lo que vayan a escuchar, sino porque recuerda que ya sólo falta un año para que se acabe la pesadilla de este sexenio.

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 7 de noviembre de 2011

El Quinto Informe

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 7 de noviembre de 2011)

Ávido de popularidad, el mandatario Andrés Granier activó de inmediato la maquinaria de publicidad oficial para aprovechar los 13 días que la ley le permite hacerse promoción abierta y personalizada con motivo de su Quinto Informe de Gobierno, que tendrá lugar este domingo 13 de noviembre.

Si bien el párrafo octavo del artículo 134 de la Constitución Mexicana prohíbe que la propaganda oficial incluya “nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”, el Numeral 5 del Artículo 228 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) permite hacerlo una vez al año, como única excepción, desde siete días antes y hasta cinco días posteriores a la fecha del informe de labores que tienen obligación de presentar todos los funcionarios.

A través de esta ranura legal desde ayer comenzaron a aparecer anuncios con un Granier sonriente, vestido de blanco y el puño cerrado, junto a frases como “5 años de seguir trabajando para transformar” y “5 años de estar cerca de ti y para ti”.

Según el plazo legal, hasta el 18 de noviembre el espacio público estará invadido de promoción del Quinto Informe de Granier, aunque no es secreto que el mandatario tiene otras formas de hacerse notar en medios de comunicación, como ocurre con la propaganda disfrazada de notas informativas en la televisora oficial y la entrega de despensas por propia mano o a través de funcionarios que las reparten “de parte del gobernador”, pese a que esos apoyos no sean dádiva personal sino una obligación por provenir de recursos públicos.

Con todo, la imagen que busque proyectar Granier estos días chocará irremediablemente con la realidad que, para su infortunio, no deja de ser real. Lo que el gobernador diga el domingo 13 y deje plasmado en el documento oficial que enviará al Congreso difícilmente pasará la prueba de ser cotejado con los hechos. Una cosa es lo que dirá el mandatario ante los reflectores y otra exhibe ya el Tabasco de todos los días.

Diga lo que diga Granier el próximo domingo, el hecho es que este es el quinto año consecutivo de inundaciones con pérdidas desastrosas para los tabasqueños, los que se han ido al agua y los que siguen en piso seco pero resienten los efectos del temor colectivo y la mala imagen a nivel nacional e internacional que ahuyenta inversiones.

Diga lo que diga el gobernador en su informe, la realidad es que el Sistema Nacional de Seguridad Pública acaba de dar a conocer una “Encuesta Ciudadana” donde Tabasco resulta reprobado con puntaje de 5.7 en cuanto a confianza en la policía. Y aparte está, claro, el hecho de que la entidad está muy rezagada en cuanto a la certificación de sus elementos policiacos.

Diga lo que diga el jefe del Ejecutivo estatal, lo innegable es que hace mucho Tabasco no desciende de los primeros lugares de todo el país en materia de desempleo. En septiembre la entidad se ubicó en sexto lugar nacional con una tasa de desocupación de 7.07 por ciento.

Inundaciones, inseguridad y desempleo son quizá los tres problemas más recurrentes y sentidos en la población, ante los cuales la administración estatal ha tenido pocas si no es que nulas respuestas.

Frente a esta actuación estacionada, la población ya ha expresado su opinión. Según datos de la encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica dados a conocer hace poco, Andrés Granier es el segundo gobernador más alejado del ideal de persona honesta, trabajadora, carismática y preparada que espera la población.

Granier obtiene también la peor calificación de todo el país en cuanto a cumplimiento de sus deberes, 67 por ciento considera que el gobernador tabasqueños prefiere atender los intereses de su partido (el PRI) por sobre los intereses de los ciudadanos y 72 por ciento no le confiaría las llaves de su casa al mandatario estatal.

Falto de resultados pero necesitado de mejor imagen, no es difícil imaginar que el gobernador utilizará el escenario de su Quinto Informe para tratar de justificar los magros resultados de su gestión. Dirá que no se ha completado el Plan Hídrico, que ha habido recortes presupuestales, que en comparación con otras entidades Tabasco está bien en seguridad.

De todos modos lo que diga en su Informe, Granier bien lo sabe, pasará de inmediato al cajón del olvido. En la puerta final del sexenio sus palabras ya no son ni chispas en el fuego de la disputa electoral que cada vez toma mayor fuerza.

Hay una forma, sin embargo, en que Granier podría captar realmente la atención pública con temas sencillos pero que requieren un verdadero compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.

Podría explicar, por ejemplo, por qué se ha empeñado en mantener a su comadre Norma Cárdenas al frente del Instituto Estatal de Cultura si hasta ahora son blandengues los logros en el sector y por qué corrió a más de 4 mil trabajadores con el pretexto de la reingeniería pero protegió a unos altos funcionarios como su colega José Escayola y su ahijado Rigoberto Navarro.

Podría también informar cuánto ha gastado en publicidad durante los casi cinco años que va de su gobierno y por qué ha sido permisivo con aquellos funcionarios como Luis Felipe Graham y Manuel Rodríguez que, habiendo manifestado aspiraciones a puestos de elección popular no han dejado el cargo y siguen manejando dinero público, aún cuando él mismo pidió en su Cuarto Informe que quien quisiera hacer política lo hiciera fuera de la administración.

Podría, en fin, hablar de la realidad en vez de dar un discurso. Pero es improbable que lo haga. No le interesa. Su preocupación y segura ocupación en estos momentos no está en la franqueza sino en ver cómo detiene la alternancia visible para que el PRI siga en el poder y reciba a cambio protección. Hasta ahora todo indica que también en esa tarea Andrés Granier no registra buenos resultados.

fernandovazquezr@gmail.com

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El agua tiene conciencia

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 31 de octubre de 2011)

Escribir sobre las inundaciones en Tabasco se ha convertido en un ejercicio difícil porque ya está como muy claro lo que sucede y, sin embargo, es imposible eludir el tema frente a la quinta creciente consecutiva.

Mucho se ha contado ya que antes había más cultura del agua y que los tabasqueños tomaban previsiones que mitigaban afectaciones en las épocas de lluvias.

También se ha dicho hasta el cansancio que antes había dragas de manera permanente en la entidad y que ahora van más de 50 años que no se desazolvan los ríos, lagos y lagunas.

Igual se ha contabilizado que de 2007 a la fecha suman millones las pérdidas y cientos de miles los afectados, que las presas hidroeléctricas del Alto Grijalva tienen una dudosa operación y que el cambio climático incide en los temporales.

No se deja de observar que Felipe Calderón aseguró que Tabasco “nunca más” se volvería a inundar y no ha cumplido, que el Plan Hídrico Integral de Tabasco (PHIT) no ha resuelto las cosas y que la CONAGUA falla hasta en los pronósticos del tiempo.

Desde luego se ha señalado mucho ya que en cada contingencia el gobernador Andrés Granier se pone a repartir despensas para tratar de recuperar algo de la popularidad perdida y que siempre busca elevar al máximo la cifra de afectados para tratar de obtener el mayor monto financiero posible.

Sobre lo que rodea al problema de las inundaciones se ha insistido en la permisibilidad oficial frente a los asentamientos irregulares y el relleno de vasos reguladores, y en que los costales y muros de concreto no son la solución.

La pregunta de qué ocurrió con el dinero de las donaciones y la sospecha de que algunos se aprovechan las contingencias para hacer negocios con dinero público son otros temas recurrentes.

Y etcétera.

Sólo queda por tanto recordar una tarea, insistir en un argumento y plantear el tema con otro lenguaje.

1.- RECORDAR: Que los daños han sido muchos y reiterados, pero no hay ni un solo responsable señalado ni castigado. Frente a lo que ha ocurrido cada año es visible al menos la negligencia, aunque también hay visos de corrupción y omisión. Hasta el caso del ex titular de la CONAGUA estatal, Omar Komukai, ya se enfrió. En cuanto al Gobierno del Estado ni pensar que se esmeraran en investigar tantito.

2.- INSISTIR: En que no hay que perder la capacidad de asombro, porque lo más lamentable sería acostumbrarse o resignarse a que cada año habrá devastaciones. Con trabajo serio, bien planeado y honradez en la aplicación de los recursos es posible minimizar al máximo la situación. Hay otras entidades y países que han podido salir adelante. Lo sorprendente es que en Tabasco, por ejemplo, van cinco inundaciones seguidas y ni la administración estatal ni las municipales han adquirido equipo de protección civil adecuado y suficiente que pudiera ser de mucha ayuda en los momentos de emergencia. Es como si no les importara. Todo indica pues que hay un problema de gobierno. Lo peor que le ha podido pasar a los tabasqueños durante estos años son las inundaciones, pero también tener autoridades de honestidad extraviada e incapaces de resolver el problema.

3.- OTRO LENGUAJE: Las palabras permiten decir las cosas de muchas maneras. En un asunto tan complejo y redundante como el de las inundaciones resulta de mucha utilidad la visión de los artistas, que con su sensibilidad hacen entender de diferente manera la realidad. Hace meses le pedí al poeta Ramón Bolívar un texto sobre el tema. Los días y las semanas pasaron y nunca se publicó. Incluso en algún momento pensé que ya no sería necesaria su emisión, implícita la esperanza de que el agua no volviera a imponerse sobre terrenos y casas. Pero no fue así y por eso es oportuno que aquel texto emerja de su escondite. Estas son las palabras del poeta:

“Hace mucho tiempo, los hombres y las aguas coexistían. Ambos eran uno. El movimiento, diálogo. Si el agua crecía, él acomedido asciende. Si a ras de tierra ella, cual celoso vigía acampa él. Y dentro del ajetreo de los siglos, la piedra, el fruto, la canción, el ensueño.
Pero el tiempo es enorme y encubre todo. Otros hombres vinieron. Intercambiaron frutos, nuevas formas de vida, reconfortante lecho; y con el tiempo el oneroso olvido.
Pero como el agua tiene conciencia y anda sola, regresó. Otros ya los hombres, la habían olvidado.
En un instante acaso —el agua con el agua a la cintura— se posesionó de todo: oculta al cielo, el paisaje sumergido, la ciudad desolada. El terror emerge de ambas manos. Despavoridos corren los cuerpos desbocados. Un silencio flota, permanece.
—Bien lo sé, la vida busca vida: así es la vida siempre…”

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 24 de octubre de 2011

Régimen priísta agotado

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 24 de octubre de 2011)

Concebido y formado desde el poder, el PRI no se entiende a sí mismo en democracia y hay ejemplos de que la realidad termina por rebasarlo. A nivel nacional ya le pasó en 1989, cuando comenzó a perder las primeras gubernaturas. Le ocurrió en 1997, cuando ya no obtuvo por vez primera la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados federal. Y le sucedió también en el año 2000, cuando fue echado de la Presidencia de la República, no por una vocación democrática del entonces mandatario Ernesto Zedillo, como se quiso hacer creer, sino por un ímpetu ciudadano que optó por la alternancia.

En Tabasco algo similar está por ocurrir ante la alta posibilidad de que en el año 2012 el PRI pierda la gubernatura, si bien ya desde principios de los noventa comenzó a ser derrotado en las presidencias municipales e incluso en dos ocasiones no ha logrado obtener la mayoría en el Congreso del Estado, pese a que la semilla opositora no haya dado frutos.

Algunos de los actuales aspirantes del PRI a la gubernatura, como Evaristo Hernández, han declarado que el triunfo de su partido está en riesgo, e incluso el ex gobernador Manuel Andrade se ha manifestado en el sentido de que el próximo año su partido tendrá una tarea difícil de resolver.

Hace tiempo, en realidad, que el régimen priísta está agotado en Tabasco, aunque el dinosaurio aún dé coletazos. La escisión en el PRI de 1988 encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo cambió para siempre el rumbo de ese partido y encarriló la democracia en el país. Lo mismo ocurrió en el estado con el movimiento perredista de Andrés Manuel López Obrador.

El éxito de los “éxodos por la democracia”, la caída del gobernador Salvador Neme Castillo, las pruebas del fraude electoral de Roberto Madrazo en 1994 y la anulación de la elección para gobernador del año 2000 —que convirtió a Tabasco en la primera entidad con un hecho jurídico de esa magnitud— exhiben que la permanencia del PRI en el gobierno estatal sólo ha sido posible por la trampa, la fuerza y prácticas antidemocráticas.

La oposición, hay que decirlo, no está exenta de responsabilidad en el predominio priista. La insistencia del PRD en Raúl Ojeda como su candidato, que cada vez bajó más su perfil y se alejó del entusiasmo colectivo, así como las constantes disputas internas que han llegado hasta la venta de conciencias fueron ingredientes del triunfo de Andrade en 2001 y de Andrés Granier en 2006. No obstante, en la práctica ambos demostraron que sólo gobiernan para los suyos y que hay problemas a los que ya no dan respuesta, como el caso de las inundaciones. Tan sólo en ese ejemplo ni uno ni otro pueden rendir buenas cuentas ante los ciudadanos.

La gestión del actual gobernador, sobre todo, exhibe el régimen priísta decrépito que pervive con respiración artificial en el estado. Granier llegó al poder con casi diez puntos de ventaja sobre Ojeda. Y aunque lo hizo con grandes expectativas pues la población depositó sus esperanzas en él, que se autoproclamaba más ciudadano que político, su trabajo lastimó la confianza de la gente y ahora es considerado por muchos como “el peor gobernador de Tabasco”. A estas alturas del sexenio las cuentas son claras: el PRI perdió mucho más con el triunfo en 2006 de Andrés Granier.

La administración del Químico terminó por evidenciar las prácticas más oscuras y añejas del octagenario partido: compra de diputados de oposición, uso policiaco en la jornada electoral de 2009, privilegios como el “bono de fatiga”, ofensiva permisividad al abuso del presupuesto por parte de su hijo, asesores “gratuitos” de dudoso proceder, la persistente lógica de que en los medios de comunicación no hay que pagar publicidad sino impunidad. La lista es extensa pero en el diagnóstico es imposible dejar de citar el crecimiento de la pobreza, cáncer de cualquier sociedad.

El hecho es que el PRI en la entidad sigue anclado en viejas prácticas y la realidad ya lo rebasó. Por ejemplo, Tabasco fue el último estado del país en contar con una Ley de Transparencia y el último donde esta normatividad entró en vigor. Los priistas locales no tuvieron más remedio, pues en la Constitución General de la República se había dispuesto una fecha máxima para el acceso a la información pública que, aunque lo intentaron, no pudieron eludir.

Pero hay mucho más: en el Congreso la mayoría de diputados priistas aprueba cuentas públicas con la celeridad de su conveniencia, sin importarles la crítica, sin discusión ni argumentos; y también avala leyes, como la Electoral, que incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación les tiene que corregir. Los priístas, además, han desmontado el nepotismo y el conflicto de intereses con la asunción de madre e hijo en el Instituto de Transparencia y el Instituto Electoral, y de padre e hijo en la Procuraduría estatal y la dirigencia del PRI.

Antes de entregarse al sistema que criticaba, Pedro Gutiérrez consiguió exhibir tres hechos de cómo en el PRI tabasqueño nada ha cambiado: la distribución irregular de prerrogativas, la opacidad en torno de su Consejo Político local y la sobrevivencia del “dedazo” en la dirigencia estatal. Este último caso es emblemático porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que el procedimiento con el que Miguel Alberto Romero Pérez había llegado a la presidencia priísta había estado fuera de la normatividad y ordenó reponer el procedimiento.

No es que antes el PRI hubiese nadado en democracia interna, porque el “dedazo” ha sido su práctica común, sino que simple y sencillamente ahora hubo quien impugnara y el TRIFE le dio la razón. Otra vez la vuelta a la realidad: el país y las leyes han cambiado, pero en Tabasco el PRI sigue en lo mismo, aunque por fortuna ahora hay tribunales que lo obligan a entender.

Las declaraciones y reuniones recientes de priistas encumbrados como Roberto Madrazo, Georgina Trujillo, Florizel Medina, Evaristo Hernández o Manuel Andrade, quienes se han mostrado críticos del gobierno actual y de las formas de su partido, no es más que la señal clara de que no hay liderazgo en el PRI estatal y que la sucesión está a la deriva porque incluso la figura del primer priísta de la entidad, que suele recaer en el gobernador, está menguada. Y ellos saben que los vacíos de poder nunca tardan en ser ocupados.

Pero más allá de cómo resuelven sus disputas internas, veremos cuál será el ofrecimiento que hagan los aspirantes del PRI a cualquier puesto de elección popular, veremos qué le dicen a la ciudadanía, veremos cómo piden el voto. ¿Cómo podría pedirle su confianza a la gente un candidato que pertenece a un partido político, el PRI, que es el mismo que tanto daño le ha causado? Veremos.

POR CIERTO… ¿Qué tan mal andará Humberto Mayans en el camino de sus aspiraciones y en el ánimo colectivo que con tal de salir en algunas fotos hasta fue al festejo de Florizel Medina, donde estuvo Roberto Madrazo, de quien renegó acremente en alguna ocasión? Es pregunta.

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 17 de octubre de 2011

Gobernador débil

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 17 de octubre de 2011)

Hace unos días el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) dio a conocer un estudio que prueba (confirma) el repudio de los tabasqueños hacia el gobernador Andrés Granier Melo. No son novedosos, sin embargo, el rechazo y la franca desconfianza hacia el mandatario estatal, quien a punto de concluir su quinto año de gobierno los ha palpado en propia persona y a través de estudios de opinión.

Lejano está ya aquél domingo 31 de diciembre de 2006 cuando Granier tomó protesta como gobernador y aseguró que “los mejores tiempos de Tabasco serán los tiempos del porvenir”.

Distante está también la celebración en 2006 del triunfo confirmado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y según el cual Granier obtuvo la gubernatura con casi diez puntos de ventaja sobre el perredista Raúl Ojeda.

Todavía en 2007 el gobernador tabasqueño logró retener la popularidad con la que llegó al poder, primero porque se vistió de gran benefactor al regalar incluso vehículos a la gente, y después porque aprovechó la inundación para erigirse como el dador sin límite de despensas a los damnificados de la inundación.

Pero el relajo administrativo inevitablemente se convirtió en un círculo vicioso: A más regalos más aplausos y a más aplausos más regalos. Por si fuera poco, las afectaciones cada año por las crecientes terminaron por convertirse en semillero del hartazgo.

Como ingredientes adicionales al desaseo del quehacer público local se sumaron el “bono de fatiga”, los viajes en avioneta oficial del hijo del gobernador con su novia y amigas, la desaparición de programas sociales, el aumento de impuestos, los despidos de burócratas, el endeudamiento insólito y un sinfín de situaciones que exhibieron el verdadero rostro del gobernador priísta.

La historia, implacable, ha demostrado una y otra vez que el derroche y la falta de planeación, combinados con el ácido de la corrupción, terminan por perforar cualquier administración y hasta las causas más nobles.

Entonces vino la caída de Granier. Y el desprecio del pueblo, que comenzó a exigir soluciones reales frente al aumento de la pobreza y el desempleo, las inundaciones sin cesar y la violencia sin control.

De boca en boca comenzó a saberse de agresiones verbales al Ejecutivo durante sus encuentros con la gente, ahora casi extintos. Y el viernes 21 de mayo de 2010 una rechifla de jóvenes universitarios de plano rompió el silencio sobre la nueva realidad del mandatario tabasqueño.

Por internet empezaron a circular también decenas de imágenes mofándose de Granier y en Facebook se generaron grupos de amigos que no dudaron en considerarlo “el peor gobernador de Tabasco”.

Después surgieron los datos. El jueves 23 de septiembre de 2010 el periódico El Universal dio a conocer una encuesta sobre el trabajo de los gobernadores, donde 55 por ciento de los consultados reprobó a Granier y la mayoría igual consideró que el principal error del mandatario tabasqueño era “no saber gobernar”.

Además, una amplia mayoría también opinó que el principal logro del gobernador Andrés Granier era “ninguno” y 67 por ciento de los encuestados señaló que su situación económica era “peor” o “mucho peor” en comparación con el año pasado.

En este contexto aparecieron los estudios del Gabinete de Comunicación Estratégica, que semestre a semestre han dado cuenta del ánimo ciudadano en relación con los gobernadores y el Presidente de la República. La última información disponible se presentó hace unos días, pero su comparación con datos de 2009 deja ver que el descrédito de Granier ha ido en aumento. Tres puntos específicos tomados de las encuestas del GCE ilustran la situación.

1.- Utilizando la escala de 5 a 10, donde 5 es que no cumple con ninguno de sus deberes y 10 es que cumple con todos sus deberes, ¿qué tanto cree que el Gobernador cumple con sus deberes? En 2009 Granier obtuvo 7.3 y en 2011 descendió a 6.6, con lo cual se ubicó en último lugar nacional junto a los mandatarios de Michoacán, San Luis Potosí y Morelos.

2.- ¿Qué tanto se parece su Gobernador a la persona más honesta que conoce: son totalmente diferentes, se parece poco, se parece bastante o son idénticos? En 2009 Ganier obtuvo 72.4 por ciento en la opción “Se parece poco/Son totalmente diferentes”, pero en 2011 su porcentaje subió a 83.8, lo cual significa que aumentó 11 puntos la opinión ciudadana sobre su deshonestidad.

3.- Si el Gobernador de su Estado fuera su vecino y usted tuviera que ausentarse de su casa por varios días, ¿le confiaría las llaves de su casa? En 2009 el 60.4 por ciento dijo que no le confiaría sus llaves a Andrés Granier, pero en 2011 fue el 72.3 por ciento. Esto significa que la desconfianza hacia el mandatario tabasqueño creció 11.9 puntos en sólo un par de años.

Si la democracia es el poder del pueblo, entonces la mayor fuerza de un mandatario debe provenir de sus gobernados. Pero los datos del Gabinete de Comunicación Estratégica dejan ver que al Ejecutivo tabasqueño los ciudadanos le creen menos, cada vez más dudan de su honestidad y le tienen mayor desconfianza. Este repudio creciente dibuja a Andrés Granier como un gobernador débil, que está en el poder pero no gobierna, que tiene el cargo pero no resuelve. Y un gobernador débil no ayuda a su pueblo. Le estorba.

Granier abandonó a la gente y ahora la gente ha abandonado a Granier, quien ha perdido fuerza y liderazgo. Así parece percibirlo la Federación, que cada vez escucha menos sus reclamos. Así parecen entenderlo también sus propios funcionarios y militantes del PRI, que siguen sin hacer caso a su llamado de no adelantarse a los tiempos electorales.

A estas alturas de su gobierno Granier ya no tiene nada que ofrecer a los tabasqueños, ni siquiera promesas porque esa facultad se la han arropado ya los aspirantes a todo tipo de puestos de elección popular. Su sexenio vive un tiempo extra obligado por la ley, cansados ya los ciudadanos del ocio oficial, estampado el descrédito como tinta indeleble en esta administración.

El viernes 15 de octubre de 2010 Andrés Granier inauguró un centro de salud en Parrilla II. Ahí, amplificadas sus palabras a través de las bocinas, hizo una súplica: “A los hombres se les tiene que dar la oportunidad de trabajar”. Los tabasqueños se la dieron. Y desde ahora juzgan que no cumplió.

(Sobre este tema sugiero leer "El repudio", texto publicado en este blog en octubre de 2010).

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 10 de octubre de 2011

El hijo del gobernador

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 10 de octubre de 2011)

Cuando un ciudadano acude a las urnas a depositar su voto lo hace pensando en el candidato de su preferencia, no en él y sus hijos. Cuando alguien es elegido a un cargo de elección popular el poder se le entrega a su persona, no a él y su descendencia.

El gobierno no es patrimonio particular y por tanto no se puede obsequiar, ni siquiera una porción, a ningún hijo del Ejecutivo en funciones. Si acaso la esposa del gobernador asume las tareas del DIF aunque en calidad de labor honorífica, pero sólo eso.

Además, aunque ninguna ley lo exige, en México los gobernantes suelen mantener alejados a sus familiares, en especial a sus hijos, del ejercicio de la política al menos durante su mandato, para que no interfieran en las decisiones públicas y también para no exponerlos frente a las querellas que suele generar el ejercicio del poder.

A nivel nacional sólo hay un caso que viene a la memoria de un hijo vinculado directamente al poder público. José Ramón López Portillo fue funcionario durante el sexenio en que su padre fue Presidente de México. En defensa de su primogénito, frente a la crítica pública y en un exceso de frivolidad, el Presidente José López Portillo declaró en aquel tiempo que José Ramón era el orgullo de su nepotismo.

Pero en la historia reciente de Tabasco no hay ningún caso similar. El hijo de Manuel Andrade era bebé durante el quinquenio de su padre. El hijo de Enrique Priego, llamado también Enrique, se dedicó a su notaría mientras su progenitor estaba al frente de la administración estatal.

Víctor Manuel Barceló tampoco tuvo problemas de este tipo y los hijos de Roberto Madrazo eran menores durante el gobierno de su padre. Federico Madrazo ha sido empujado ahora por el ex candidato presidencial pero desde otra esfera pública.

Manuel Gurría siempre ha mantenido fuera del estado a sus hijos, mientras que los de Salvador Neme, Ramón y Salvador, en su momento fueron vinculados a negocios pero nunca les permitió su padre involucrarse en la política. De hecho, es hasta ahora que los hijos de Neme han reaparecido en la escena pública local.

José María Peralta no vinculó a su descendencia en la política sino fue después de terminada su gestión cuando el hoy diputado Juan José Peralta Fócil comenzó a involucrarse de lleno en la vida pública.

Emiliano, el hijo de Enrique González Pedrero, siempre se mantuvo fuera de la entidad y Leandro Rovirosa tampoco tuvo problemas. Es ahora que su nieto, Gerardo Gaudiano, está activo en la política perredista.

Las hijas de Mario Trujillo eran niñas cuando su padre fue gobernador y fue hasta mucho después de terminado aquel sexenio que Georgina y Graciela se vincularon a la política.

Y vaya, hasta los hijos de don Manuel R. Mora, Rosario y Manuel (éste ya fallecido), nunca interfirieron en el poder que ostentaba su padre, pues ambos siempre estuvieron dedicados a las artes.

Sin embargo, actualmente en Tabasco las cosas suceden de otra manera. Fabián Granier Calles, hijo del gobernador Andrés Granier, es integrante del Consejo Político Estatal del PRI y hay evidencia de que hace uso de los recursos públicos para fines públicos y también personales. Todo, evidentemente, con la complacencia de su padre.

El 23 de febrero de 2007, días de primavera de este sexenio, el periódico Reforma dio a conocer que Fabián Granier tenía una oficina en la Quinta Grijalva desde la cual atendía a la gente con recursos de la Unidad de Atención Social del Estado (UNASE), hoy desaparecida.

“Desde una oficina en la residencia oficial del Gobernador Andrés Granier Melo, Fabián Granier Calles tramita apoyos para despensas, materiales de construcción y solicitudes de empleo”, expuso aquel día el corresponsal Carlos Mari.

El reportero de Reforma publicó incluso que el propio Fabián Granier admitió “que cuenta con personal de la Unidad de Atención Social del Estado (UNASE) —cuya titular es María Teresa Cabrales— , que le ayuda a atender las solicitudes”.

Según la nota, el hijo del gobernador declaró, textual: “Todas las peticiones las paso a la dependencia correspondiente, que es UNASE, y se les va dando su trámite conforme a lo que yo sé, en este caso agilizo, pues si me llega una petición, sé a dónde mandarla para que se le tome en cuenta”.

El 24 de febrero, Reforma también publicó que el propio gobernador Andrés Granier reconoció la intromisión de su hijo en la administración pública estatal, pero la justificó: “Mi hijo Fabián me ayuda a poder atender a la gente que su padre no puede atender. Mi hijo Fabián no es empleado del gobierno, y eso sí lo puedo decir puntualmente”.

Igual que el caso de Fabián Granier, que se entromete en los asuntos del gobierno sin ser funcionario, ahora Andrés Granier cuenta con un asesor externo supuestamente gratuito en la persona de Gustavo Rosario. El estilo perdura.

Pero ha habido más de Fabián Granier. El 5 de marzo de 2008, Reforma dio cuenta de otro caso de uso o abuso de recursos públicos por parte del hijo del gobernador, quien usaba el avión oficial para pasear con sus novias aún en los tiempos de la inundación.

“El diputado federal del PRD, Rafael Sánchez Cabrales, acusó ayer al hijo del gobernador Andrés Granier de beneficiarse con recursos del erario estatal, al usar aeronaves del gobierno del estado para sus ‘cortejos amorosos’”, dice aquella nota.

En cuanto a los vínculos con la política, basta decir que Fabián Granier apareció públicamente el sábado primero de octubre en un evento donde admitió ser integrante del Consejo Político Estatal del PRI, ante lo cual el gobernador Andrés Granier dijo que su hijo es un militante más de ese partido.

Por cierto que en esa reaparición pública Fabián tuvo un lapsus al declarar que no se usarán recursos públicos para las elecciones, puesto que él no debería hacer este tipo de aclaraciones porque no es funcionario, y develó una mentira oficial al decir que nunca se ha ido del estado, cuando su padre había dicho que estaba fuera de la entidad ante amenazas del crimen organizado.

Lo cierto es que el hacer uso de recursos públicos y ser consejero político del PRI saca a Fabián Granier del ámbito privado y lo convierte en un funcionario de facto cuyo desempeño debe ser investigado, pero también lo coloca como un político activo que intervendrá en la sucesión gubernamental del año próximo.

Fabián Granier no es un militante más del PRI, porque no todos los militantes del PRI son hijos del gobernador. Las decisiones que tome Fabián Granier en el terreno partidista inevitablemente marcarán “línea” al interior de ese partido político. Las preferencias que manifieste Fabián Granier por tal o cual aspirante será tomado como el camino a seguir por los priistas, siempre en espera de que se le dicte a quién apoyar.

La decisiones dentro del PRI, entonces, están ya marcadas por el hijo del gobernador. De hecho, hay versiones de que el distanciamiento entre Andrés Granier y Humberto Mayans fue consecuencia de que Fabián mostraba abiertas simpatías por el secretario de Salud, Luis Felipe Graham.

Según testimonios, por esta situación una agria discusión que llegó a los gritos habría ocurrido en la Quinta Grijalva entre el ex Secretario de Gobierno y el hijo del gobernador. Y que fue por eso que el lunes siguiente Mayans anunció su retiro de la contienda priista acusando “intereses mezquinos decisorios”.

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 3 de octubre de 2011

El Fotógrafo Oficial

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 3 de octubre de 2011)

En Rosales 206 casi esquina con Castillo, en pleno centro de Villahermosa, se ubica el “Archivo Fotográfico del C. Gobernador”. Ahí despacha Luis Francisco Collado Palacios, quien es anunciado como “Responsable del Departamento” (entiéndase del Archivo), pero también como “Fotógrafo Oficial del C. Gobernador”.

Desde luego el cargo no resta la calidad fotográfica de Collado, quien tiene méritos profesionales propios, proviene de una familia dedicada a la lente y tiene derecho a un trabajo como cualquier otro tabasqueño.

Sin embargo, la existencia de la figura del “Fotógrafo Oficial” exhibe el tipo de gobierno que se ha empeñado en mantener Andrés Granier, donde reina el culto a su persona y la creencia de que él encarna la administración pública. “El gobierno soy yo”, resumiría su tenue ideario.

Ajeno a la máxima de que el trabajo habla por sí mismo, quizá porque no hay trabajo del cual hablar, Granier se empeña en difundir su imagen a como dé lugar para tratar de perpetuar su paso por el Gobierno de Tabasco aunque sea a color y en tamaño postal.

En los lugares donde encabeza eventos públicos, el Ejecutivo estatal procura retratarse con las personas que se le acercan, a quienes se pide la dirección para luego enviarles la fotografía a manera de regalo personal con los atentos saludos del “Señor Gobernador”.

Si en el futuro no lo recuerdan por sus obras, el Químico busca que por lo menos lo vean cada vez que en las casas revisen el álbum familiar o alguien mire la foto colgada en la pared o colocada en un portarretrato. El regalito personal del gobernador, desde luego, va con cargo al erario público.

Claro que el gasto se eleva cuando la necesidad de Granier de inmortalizarse en pixeles es mayor y requiere que el “Fotógrafo Oficial” siempre vaya a su lado, lo mismo en sus recorridos a nivel nacional como internacional.

Por eso el 15 de abril de 2008 se fue con todo y “Fotógrafo Oficial” al puerto de Acapulco, donde el mandatario estuvo como invitado en la inauguración del 33 Tianguis Turístico.

El 6 de febrero de 2008 Granier y su “Fotógrafo Oficial” viajaron a la Ciudad de México donde el Ejecutivo estatal participó en el “Foro sobre las causas y consecuencias de la inundación de 2007 en Tabasco”.

Y el primero de agosto de 2007 el gobernador también se llevó a su “Fotógrafo Oficial” a La Habana, Cuba, en un viaje que duró más de 24 horas y donde el motivo fue participar en el evento denominado “Intercambio de experiencias en materia de proyectos agropecuarios, educativos y de salud”.

El relieve que le da Andrés Granier al manejo de su imagen, para lo cual cuenta con un “Fotógrafo Oficial” que lo sigue a todas partes, incluso fuera del estado y del país, contrasta con su discurso de austeridad, el despido de miles de burócratas y la desaparición de programas sociales con el argumento de que “no hay dinero”.

A la gente se le piden e imponen ajustes, porque hasta los empresarios resintieron el aumento del Impuesto Sobre Nómina parea supuestamente fortalecer las arcas estatales, mientras que el propio gobernador sigue despilfarrando el dinero público con el retrato de su ego.

Y como suele suceder en estos casos, hay opacidad sobre el área administrativa a la que pertenece el “Fotógrafo Oficial”, cuánto gana y cuáles son sus atribuciones. En el directorio formal de la Coordinación General de Comunicación Social, publicado en el portal de transparencia del Gobierno del Estado, no hay indicios de ese puesto. Más aún, aparece un Departamento de Fotografía en el cual se indica que “no hay plaza autorizada”.

Llama la atención esa negación porque es sabido que en el gobierno estatal hay un staff de fotógrafos y también de camarógrafos y reporteros que dan cobertura informativa a las actividades del gobierno, incluidas las del mandatario. Y vaya, con eso sería suficiente para dar cumplimiento a las obligaciones que tiene la administración pública de mantener enterados a los ciudadanos de sus actividades oficiales.

Pero la figura del “Fotógrafo Oficial” para mantener un registro gráfico específico del gobernador es un exceso que, más allá de la frivolidad y lo egocéntrico, contraviene el espíritu de las normas federales de evitar la promoción de imagen personalizada de los servidores públicos.

El párrafo octavo del artículo 134 de la Constitución Mexicana es claro: “La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social que difundan como tales los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.

La única excepción al caso está prevista en el Artículo 228, numeral 5, del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), donde se establece que “el informe anual de labores o gestión de los servidores públicos, así como los mensajes que para darlos a conocer se difundan en los medios de comunicación social, no serán considerados como propaganda, siempre que la difusión se limite a una vez al año en estaciones y canales con cobertura regional correspondiente al ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público y no exceda de los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe”.

Así las cosas, este año Andrés Granier tendrá siete días antes y cinco después del 13 de noviembre para aparecer en anuncios de prensa o spots de radio, televisión e internet con motivo de su quinto informe de gobierno. Pero nada más. Para las imágenes que acompañen el documento que haga público ese día basta con los fotógrafos de su área de prensa, que bien pueden registrar sus actividades cotidianas oficiales. No se requiere, en ningún caso, la figura del “Fotógrafo Oficial del C. Gobernador”.

La sola mención de Carlos A. Madrazo, Leandro Rovirosa o Enrique González Pedrero siempre dicen algo en quienes la escuchan. Aquellos ex gobernadores tabasqueños, por ejemplo, son recordados por sus obras, por sus acciones, por su desempeño. Y hay jóvenes ahora que saben de ellos sin siquiera haberlos visto en fotografías.

Andrés Granier está cercano ya a la puerta de salida de su sexenio y no hay legado visible. Su actitud ante la inundación del 2007, que pudo haber sido el emblema de su administración, se difuminó por su vacilante y aún cómplice actuación frente a las autoridades federales que mantienen el tema de las crecientes como un problema sin resolver y que sigue causando grandes daños a las personas y al desarrollo estatal.

Quedarán, eso sí, las cientos de imágenes que seguramente ha captado su “Fotógrafo Oficial”. Pero como el olvido no distingue posiciones sociales ni cargos públicos, en el futuro quizá los jóvenes vean las fotos de un Granier sonriente y se pregunten: “¿Y este señor qué hizo?”

fernandovazquezr@gmail.com

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