lunes, 28 de noviembre de 2011

Mayans, conflictos y mentiras

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 28 de noviembre de 2011)

Que no. Que sí. Que siempre no. Que a lo mejor siempre sí. Con altibajos discursivos ha mantenido Humberto Mayans su participación en el proceso electoral de 2012. La realidad es que desde hace muchos años ha tenido en la mira la gubernatura de Tabasco, aunque su propia actuación lo ha alejado cada vez más de ese objetivo.

Oportunidades no le han faltado. Ha sido titular de diversas Secretarías del Gobierno de Tabasco, Diputado Federal, Senador de la República, agregado cultural en la Embajada de España, por citar sólo algunos cargos públicos. En el ámbito partidista fue presidente del PRI tabasqueño y delegado del PRD en Yucatán y Chiapas durante su breve paso por ese partido.

Pero aún con su amplia trayectoria no ha querido, no ha sabido o no ha podido construirse un camino terso hacia la gubernatura, fundamentalmente porque su actuación siempre ha estado cercana al conflicto y la mentira. En vez de sumar, divide. En lugar de establecer compromisos, obliga.

En el PRI tabasqueño fueron públicas sus diferencias con el líder campesino Héctor Argüello. Cuando fue Senador se integró al “Grupo Galileo” contra el presidente Ernesto Zedillo. Durante los años que fue Diputado federal renunció al PRI argumentando que no sería cómplice de la “pandilla de Roberto Madrazo”, a quien acusó de haber promovido el amiguismo, el compadrazgo, el porrismo, la ineficiencia, el mapachismo, el caciquismo y actos de violencia que ensangrentaron las banderas del Tricolor.

Fuera del PRI, Mayans se sumó al PRD en 2002 buscando ser candidato opositor al gobierno tabasqueño. Frustrada su aspiración, dejó el sol azteca y en 2006 apoyó la campaña de Andrés Granier, quien ya al frente de la administración estatal lo hizo Secretario de Gobierno.

Pese al anuncio oficial de buscar la reconciliación, desde la Secretaría de Gobierno Humberto Mayans se dedicó a tratar de despejar su camino a la gubernatura al estilo del PRI más rancio, aquel que hizo del autoritarismo su razón de ser. Fue señalado de comprar conciencias, de emprender “guerras sucias”, de integrar una red de espionaje para perseguir opositores (la Red Maya), de hacer a un lado al propio gobernador.

Dueño del poder, en su trato sólo daba dos alternativas: comprar o someter. Quien no aceptara prebendas tendría que atenerse a la mano dura. Para eso tenía un presupuesto ilimitado y una estructura para obedecer sus órdenes, aún las más siniestras.

En 2007 la Secretaría de Gobierno a su cargó tenía 402 millones de pesos de presupuesto pero gastó mil 204 millones, es decir, 200 por ciento más de lo autorizado. Y en 2008 la dependencia tenía 447 millones aprobados y erogó 910 millones de pesos, o sea, 100 por ciento más.

Durante su gestión en la Secretaría de Gobierno se abrió el Centro de Información y Análisis Político (CIAP) desde donde, según denuncias del PRD, se espiaba a los opositores o a todos aquellos que fueran catalogados como enemigos, no de Tabasco, sino del propio Mayans. El ex procurador Gustavo Rosario y el Secretario de Salud, Luis Felipe Graham, han sido uno de sus blancos más notorios.

“Mayans desconoce la moral”, sostuvo Gustavo Rosario cuando dejó la Procuraduría. “Ya todos sabemos de dónde vienen las guerras sucias”, declaró Graham hace poco en una entrevista radiofónica y aunque no se refirió en específico a Mayans, sus colaboradores cercanos se han encargado de hacer la precisión a cambio de que se les mantenga en el anonimato.

Ahora que quiere ser gobernador Mayans habla de unidad y de que el desarrollo se ha detenido a causa del conflicto que inició desde los años ochenta, pero no admite que él mismo ha sido protagonista de primera fila en este camino sinuoso.

Cuando se le pregunta de esta fama pública Mayans ríe, lo niega, se deslinda, manifiesta su fe en los valores democráticos. Pero su actuación contradictoria siempre deja ver otra cosa. Nada más hay que revisar, por ejemplo, sus declaraciones acerca de su aspiración a la gubernatura.

En los primeros meses de la administración granierista aseguró que no buscaría ser gobernador. “Hay que darle paso a las nuevas generaciones”, dijo textual en Telereportaje. El lunes 10 de enero de 2011 dio otra versión al periodista Jesús Sibilla: “Yo dije y sostuve que no debería participar ya porque deberían venir las nuevas generaciones, lo dije en esos momentos con absoluto y total convencimiento, y no me arrepiento ni me desdigo”.

Pero sí se desdijo porque ese día anunció que buscaría la gubernatura. Y como para justificar que siempre ya no le daría paso a las nuevas generaciones, dijo: “Yo voy a hacer todo lo que pueda, en la trinchera que esté, para que los jóvenes, los mejores y más preparados, lleguen a ocupar cargos a nivel nacional o estatal”.

Es curioso: un joven tuvo que ver cuando Mayans acusó intereses mezquinos decisorios que lo alejaron de la contienda priista por la gubernatura. Diversas versiones coinciden que Fabián Granier, hijo del gobernador, manifestó abiertamente su simpatía por Luis Felipe Graham y eso motivó que Mayans anunciara, por segunda ocasión, su retiro aspiracional.

“He decidido comunicar mi determinación de no participar en el proceso interno que mi partido (el PRI) definirá para seleccionar al candidato al Gobierno del Estado”, dijo Mayans la mañana del lunes 11 de julio de 2011. Pero aunque se fue unos días al extranjero, en realidad nunca se retiró y ya instalado en la procacidad asistió el lunes 7 de noviembre a la comida de aspirantes priistas a la gubernatura y hasta salió en la foto aún cuando no ha anunciado su regreso a la contienda.

Sobre el estilo de mentir sobran los ejemplos. Cuando Mayans manifestó abiertamente que buscaría la candidatura al gobierno, aseguró que en semanas dejaría la Secretaría de Gobierno, pero el plazo se extendió a meses. Cuando anunció que se retiraría de la contienda dijo al periodista Jesús Sibilla que regresaría a Telereportaje para explicar públicamente aquello de los “intereses mezquinos decisorios” y hasta la fecha sigue sin cumplir.

En una de sus entrevistas para Telereportaje Mayans declaró: “Yo trato de no engañar, de hablar con la verdad, de hablar a los ojos con honestidad y sinceridad”. La falta de contundencia lo exhibió. Dijo “yo trato de no engañar”, cuando debió decir “yo no engaño”. El matiz lo delató.

Todo indica que esta semana Mayans anunciará formalmente su retorno a la contienda por la gubernatura. No le queda de otra, los plazos se vencen y el PRI es río revuelto. Su retorno, sin embargo, no estará exento una vez más de conflicto. Abiertamente el ex alcalde Evaristo Hernández se ha manifestado contra la imposición que, acusa, pretende hacer el gobernador Granier con la persona del ex Secretario de Gobierno.

Como quiera que sea, la aspiración de Humberto Mayans sigue teniendo un problema de origen: concibe la gubernatura de Tabasco como un obsequio que merece, no como un cargo que debe ganarse a partir del ejercicio democrático.

fernandovazquezr@gmail.com

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