viernes, 11 de noviembre de 2011

POR LA LIBRE (Telereportaje)

Por Fernando Vázquez Rosas

(XEVT 970 AM / 104.1 FM. Viernes 11 de noviembre de 2011)

Como si las cosas marcharan de maravilla en Tabasco, Andrés Granier ha anunciado un magno evento en el Centro de Convenciones para este domingo 13 de noviembre. No para rendir cuentas, sino para placear a los aspirantes del PRI a la Presidencia y a la gubernatura. Todo, con dinero público.

Pero que nadie se sorprenda. Es natural que Granier busque desviar los reflectores porque él no tiene nada que decir el día de su Quinto Informe.

¿O qué, acaso reconocerá que en vez de luchar por el desarrollo de la entidad se la ha pasado peleando despensas?

¿Será que va a informar sobre el saldo de los deudores diversos?

¿Dará cuenta acaso de por qué el Transbús, su programa estrella, ya ni siquiera tuvo continuidad?

¿Explicará por qué corrió a miles de trabajadores con el pretexto de la reingeniería, pero protegió a su colega José Escayola y a su ahijado Rigoberto Navarro?

¿Será que rendirá cuentas sobre el uso y abuso de recursos públicos que hace su hijo Fabián Granier?

¿Aclarará de una vez por todas, para alejar toda sospecha de corrupción, si es cierto o no que le robaron una suma millonaria en una casa de su propiedad al sur del Distrito Federal?

No, no, no, no. No es difícil imaginar que Granier se la va a pasar dando pretextos para tratar de justificar su relajo administrativo.

Aunque ahora está metido en un lío, porque ni modo que culpe de todo a las inundaciones cuando él mismo aparece en los anuncios diciendo que el Plan Hídrico sí ha funcionado.

Y aquí, discúlpenme, pero hemos llegado a un momento crucial de la sinrazón. ¿Qué no Granier acusaba al gobierno federal de no concluir el Plan Hídrico? ¿Por qué Granier se adjudica como un logro propio el Plan Hídrico, si el Plan Hídrico es de competencia federal y específicamente de la Conagua? ¿Y cómo es que presume Granier el Plan Hídrico si ahora mismo hay gente inundada?

A estas alturas del sexenio, el saldo de esta administración está clarísimo: Del gobierno granierista lo que más se ve es lo que no se ve.

Hasta los priístas lo reconocen. “Faltan resultados”, señaló el ex candidato presidencial Roberto Madrazo. “Todos los sectores están mal”, acusó la diputada federal Georgina Trujillo. Parece que el único que no se da cuenta es Andrés Granier. ¡Por favor, en el día del Informe que alguien le informe al gobernador cómo está Tabasco!

La verdad es que las administraciones priistas han envilecido la figura del Informe de Gobierno. En vez de un acto de rendición de cuentas lo han convertido en un circo político, donde el gobernador recibe aplausos por sus mentiras.

Pero todo se revierte. Hay datos que demuestran que la mayoría de los tabasqueños repudia al gobernador Andrés Granier. Tanto, que seguro ahora mismo muchos festejan que haya llegado ya la fecha del Quinto Informe, pero no por lo que vayan a escuchar, sino porque recuerda que ya sólo falta un año para que se acabe la pesadilla de este sexenio.

fernandovazquezr@gmail.com

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lunes, 7 de noviembre de 2011

El Quinto Informe

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 7 de noviembre de 2011)

Ávido de popularidad, el mandatario Andrés Granier activó de inmediato la maquinaria de publicidad oficial para aprovechar los 13 días que la ley le permite hacerse promoción abierta y personalizada con motivo de su Quinto Informe de Gobierno, que tendrá lugar este domingo 13 de noviembre.

Si bien el párrafo octavo del artículo 134 de la Constitución Mexicana prohíbe que la propaganda oficial incluya “nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”, el Numeral 5 del Artículo 228 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) permite hacerlo una vez al año, como única excepción, desde siete días antes y hasta cinco días posteriores a la fecha del informe de labores que tienen obligación de presentar todos los funcionarios.

A través de esta ranura legal desde ayer comenzaron a aparecer anuncios con un Granier sonriente, vestido de blanco y el puño cerrado, junto a frases como “5 años de seguir trabajando para transformar” y “5 años de estar cerca de ti y para ti”.

Según el plazo legal, hasta el 18 de noviembre el espacio público estará invadido de promoción del Quinto Informe de Granier, aunque no es secreto que el mandatario tiene otras formas de hacerse notar en medios de comunicación, como ocurre con la propaganda disfrazada de notas informativas en la televisora oficial y la entrega de despensas por propia mano o a través de funcionarios que las reparten “de parte del gobernador”, pese a que esos apoyos no sean dádiva personal sino una obligación por provenir de recursos públicos.

Con todo, la imagen que busque proyectar Granier estos días chocará irremediablemente con la realidad que, para su infortunio, no deja de ser real. Lo que el gobernador diga el domingo 13 y deje plasmado en el documento oficial que enviará al Congreso difícilmente pasará la prueba de ser cotejado con los hechos. Una cosa es lo que dirá el mandatario ante los reflectores y otra exhibe ya el Tabasco de todos los días.

Diga lo que diga Granier el próximo domingo, el hecho es que este es el quinto año consecutivo de inundaciones con pérdidas desastrosas para los tabasqueños, los que se han ido al agua y los que siguen en piso seco pero resienten los efectos del temor colectivo y la mala imagen a nivel nacional e internacional que ahuyenta inversiones.

Diga lo que diga el gobernador en su informe, la realidad es que el Sistema Nacional de Seguridad Pública acaba de dar a conocer una “Encuesta Ciudadana” donde Tabasco resulta reprobado con puntaje de 5.7 en cuanto a confianza en la policía. Y aparte está, claro, el hecho de que la entidad está muy rezagada en cuanto a la certificación de sus elementos policiacos.

Diga lo que diga el jefe del Ejecutivo estatal, lo innegable es que hace mucho Tabasco no desciende de los primeros lugares de todo el país en materia de desempleo. En septiembre la entidad se ubicó en sexto lugar nacional con una tasa de desocupación de 7.07 por ciento.

Inundaciones, inseguridad y desempleo son quizá los tres problemas más recurrentes y sentidos en la población, ante los cuales la administración estatal ha tenido pocas si no es que nulas respuestas.

Frente a esta actuación estacionada, la población ya ha expresado su opinión. Según datos de la encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica dados a conocer hace poco, Andrés Granier es el segundo gobernador más alejado del ideal de persona honesta, trabajadora, carismática y preparada que espera la población.

Granier obtiene también la peor calificación de todo el país en cuanto a cumplimiento de sus deberes, 67 por ciento considera que el gobernador tabasqueños prefiere atender los intereses de su partido (el PRI) por sobre los intereses de los ciudadanos y 72 por ciento no le confiaría las llaves de su casa al mandatario estatal.

Falto de resultados pero necesitado de mejor imagen, no es difícil imaginar que el gobernador utilizará el escenario de su Quinto Informe para tratar de justificar los magros resultados de su gestión. Dirá que no se ha completado el Plan Hídrico, que ha habido recortes presupuestales, que en comparación con otras entidades Tabasco está bien en seguridad.

De todos modos lo que diga en su Informe, Granier bien lo sabe, pasará de inmediato al cajón del olvido. En la puerta final del sexenio sus palabras ya no son ni chispas en el fuego de la disputa electoral que cada vez toma mayor fuerza.

Hay una forma, sin embargo, en que Granier podría captar realmente la atención pública con temas sencillos pero que requieren un verdadero compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.

Podría explicar, por ejemplo, por qué se ha empeñado en mantener a su comadre Norma Cárdenas al frente del Instituto Estatal de Cultura si hasta ahora son blandengues los logros en el sector y por qué corrió a más de 4 mil trabajadores con el pretexto de la reingeniería pero protegió a unos altos funcionarios como su colega José Escayola y su ahijado Rigoberto Navarro.

Podría también informar cuánto ha gastado en publicidad durante los casi cinco años que va de su gobierno y por qué ha sido permisivo con aquellos funcionarios como Luis Felipe Graham y Manuel Rodríguez que, habiendo manifestado aspiraciones a puestos de elección popular no han dejado el cargo y siguen manejando dinero público, aún cuando él mismo pidió en su Cuarto Informe que quien quisiera hacer política lo hiciera fuera de la administración.

Podría, en fin, hablar de la realidad en vez de dar un discurso. Pero es improbable que lo haga. No le interesa. Su preocupación y segura ocupación en estos momentos no está en la franqueza sino en ver cómo detiene la alternancia visible para que el PRI siga en el poder y reciba a cambio protección. Hasta ahora todo indica que también en esa tarea Andrés Granier no registra buenos resultados.

fernandovazquezr@gmail.com

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El agua tiene conciencia

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 31 de octubre de 2011)

Escribir sobre las inundaciones en Tabasco se ha convertido en un ejercicio difícil porque ya está como muy claro lo que sucede y, sin embargo, es imposible eludir el tema frente a la quinta creciente consecutiva.

Mucho se ha contado ya que antes había más cultura del agua y que los tabasqueños tomaban previsiones que mitigaban afectaciones en las épocas de lluvias.

También se ha dicho hasta el cansancio que antes había dragas de manera permanente en la entidad y que ahora van más de 50 años que no se desazolvan los ríos, lagos y lagunas.

Igual se ha contabilizado que de 2007 a la fecha suman millones las pérdidas y cientos de miles los afectados, que las presas hidroeléctricas del Alto Grijalva tienen una dudosa operación y que el cambio climático incide en los temporales.

No se deja de observar que Felipe Calderón aseguró que Tabasco “nunca más” se volvería a inundar y no ha cumplido, que el Plan Hídrico Integral de Tabasco (PHIT) no ha resuelto las cosas y que la CONAGUA falla hasta en los pronósticos del tiempo.

Desde luego se ha señalado mucho ya que en cada contingencia el gobernador Andrés Granier se pone a repartir despensas para tratar de recuperar algo de la popularidad perdida y que siempre busca elevar al máximo la cifra de afectados para tratar de obtener el mayor monto financiero posible.

Sobre lo que rodea al problema de las inundaciones se ha insistido en la permisibilidad oficial frente a los asentamientos irregulares y el relleno de vasos reguladores, y en que los costales y muros de concreto no son la solución.

La pregunta de qué ocurrió con el dinero de las donaciones y la sospecha de que algunos se aprovechan las contingencias para hacer negocios con dinero público son otros temas recurrentes.

Y etcétera.

Sólo queda por tanto recordar una tarea, insistir en un argumento y plantear el tema con otro lenguaje.

1.- RECORDAR: Que los daños han sido muchos y reiterados, pero no hay ni un solo responsable señalado ni castigado. Frente a lo que ha ocurrido cada año es visible al menos la negligencia, aunque también hay visos de corrupción y omisión. Hasta el caso del ex titular de la CONAGUA estatal, Omar Komukai, ya se enfrió. En cuanto al Gobierno del Estado ni pensar que se esmeraran en investigar tantito.

2.- INSISTIR: En que no hay que perder la capacidad de asombro, porque lo más lamentable sería acostumbrarse o resignarse a que cada año habrá devastaciones. Con trabajo serio, bien planeado y honradez en la aplicación de los recursos es posible minimizar al máximo la situación. Hay otras entidades y países que han podido salir adelante. Lo sorprendente es que en Tabasco, por ejemplo, van cinco inundaciones seguidas y ni la administración estatal ni las municipales han adquirido equipo de protección civil adecuado y suficiente que pudiera ser de mucha ayuda en los momentos de emergencia. Es como si no les importara. Todo indica pues que hay un problema de gobierno. Lo peor que le ha podido pasar a los tabasqueños durante estos años son las inundaciones, pero también tener autoridades de honestidad extraviada e incapaces de resolver el problema.

3.- OTRO LENGUAJE: Las palabras permiten decir las cosas de muchas maneras. En un asunto tan complejo y redundante como el de las inundaciones resulta de mucha utilidad la visión de los artistas, que con su sensibilidad hacen entender de diferente manera la realidad. Hace meses le pedí al poeta Ramón Bolívar un texto sobre el tema. Los días y las semanas pasaron y nunca se publicó. Incluso en algún momento pensé que ya no sería necesaria su emisión, implícita la esperanza de que el agua no volviera a imponerse sobre terrenos y casas. Pero no fue así y por eso es oportuno que aquel texto emerja de su escondite. Estas son las palabras del poeta:

“Hace mucho tiempo, los hombres y las aguas coexistían. Ambos eran uno. El movimiento, diálogo. Si el agua crecía, él acomedido asciende. Si a ras de tierra ella, cual celoso vigía acampa él. Y dentro del ajetreo de los siglos, la piedra, el fruto, la canción, el ensueño.
Pero el tiempo es enorme y encubre todo. Otros hombres vinieron. Intercambiaron frutos, nuevas formas de vida, reconfortante lecho; y con el tiempo el oneroso olvido.
Pero como el agua tiene conciencia y anda sola, regresó. Otros ya los hombres, la habían olvidado.
En un instante acaso —el agua con el agua a la cintura— se posesionó de todo: oculta al cielo, el paisaje sumergido, la ciudad desolada. El terror emerge de ambas manos. Despavoridos corren los cuerpos desbocados. Un silencio flota, permanece.
—Bien lo sé, la vida busca vida: así es la vida siempre…”

fernandovazquezr@gmail.com

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