miércoles, 6 de junio de 2012

ES TIEMPO DE HABLAR (TV)
El ofrecimiento de Salinas a AMLO y de Mayans a Oscar Cantón

En esta emisión: Una familia denuncia irregularidades de una compañía avalada por el Infonavit en la compra de su vivienda. Además: el ofrecimiento que le hizo Carlos Salinas a AMLO y Humberto Mayans a Oscar Cantón.

(Programa transmitido el martes 5 de junio de 2012, Canal 10 Cablecom, Villahermosa, Tabasco)

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ES TIEMPO DE HABLAR es dirigido y conducido por el periodista Fernando Vázquez, bajo la producción del periódico 15 MINUTOS.

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lunes, 4 de junio de 2012

El futuro de Tabasco

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 4 de junio de 2012)

No hay por qué dudar de las buenas intenciones de los candidatos a la gubernatura. Los tres dicen querer lo mejor para el estado, los tres afirman que les preocupa la gente, los tres aseguran que desean un futuro mejor y que por eso decidieron dejar su vida personal y buscar la titularidad del Poder Ejecutivo. Las buenas intenciones, sin embargo, no son suficientes.

En 2000 Vicente Fox atrajo a millones de ciudadanos que le dieron el voto útil a cambio de sacar al PRI de Los Pinos. Nadie dudaba de sus buenas intenciones, pero su gestión no significó un cambio de fondo para el país. El guanajuatense se esmeró, eso sí, en alentar las aspiraciones presidenciales de su propia esposa, Marta Sahagún, con la protección incluida a los negocios de los hijos de la ex primera dama. Actualmente Fox ha pedido el voto útil para Enrique Peña Nieto, que en los hechos significa promover el regreso del PRI a Los Pinos. Es la antítesis de sí mismo.

En 2006 Andrés Granier Melo se declaró un ciudadano más y pidió que, justamente por eso, porque no pertenecía a la estructura del poder tradicional, se le tuviera confianza. Los tabasqueños le creyeron pero su desempeño resultó un desastre. Hace poco el mandatario todavía reiteró sus buenas intenciones sobre Tabasco: “…para gobernar un estado, más allá de conocer su destino hay que amarlo, y yo amo a Tabasco, y por Tabasco daría mi vida, eso lo digo de corazón, eso lo garantizo” (Tabasco Hoy, 11/mayo/2012).

La verdad es que nadie le pedía al gobernador que ofreciera su vida por la entidad, hubiese bastado con que hiciera una buena administración y ejerciera de manera transparente los recursos públicos. Es menos romántico pero más efectivo para la gente que no requiere héroes sino empleo, seguridad, mejor educación, mejor salud, etcétera.

Ahora, 2012, no hay por qué dudar de las buenas intenciones de los candidatos. No hay por qué dudar que Jesús Ali quiera nuevos tiempos para Tabasco, que Arturo Núñez le tenga amor al estado y que Gerardo Priego sea franco cuando asegura que él no va a robar. Pero no es suficiente. Las buenas intenciones, ya se ha visto, palidecen cuando se enfrentan a la realidad política y administrativa, se les descompone el rostro cuando la burocracia asfixia y el presupuesto no alcanza, se les congela el ánimo cuando se advierte las redes de complicidades y la corrupción que abarca hasta al impensable.

Tabasco está hecho un nudo, es ya como una máquina que ha dejado de andar porque los embragues están oxidados y atorados. Sólo quien conozca a fondo cómo opera y cómo puede arreglarse ese motor es quién podrá lograr que el estado vuelva a andar. Sólo quien sepa dónde se encuentran las piezas y cuál o cuáles serían las personas idóneas para darle renovada vida es el que logrará encenderlo de nuevo. Sólo quien esté libre de compromisos que puedan impedir la marcha del aparato es la persona que habrá de conducirlo.

Gerardo Priego tiene ganas, es entrón, trabajador, manifiesta ideas pujantes y es claridoso. La cosa es que a su alrededor no se advierte un ánimo similar ni la suficiente fuerza de equipo como para efectuar la tarea. Por si fuera poco, carga con el estigma del gobierno federal que durante dos sexenios estuvo en manos de su partido, el PAN, y el resultado no ha sido favorable para el país. Sólo para citar un dato: Los más de 60 mil muertos de la fallida guerra contra el crimen es un saldo que no podrá eludir.

Arturo Núñez tiene experiencia, cuenta con relaciones a nivel nacional e internacional, conoce las entrañas del poder y ha demostrado que puede lidiar incluso en la adversidad. No es un exceso decir que es el más preparado y experimentado de los tres contendientes. Incluso Jesús Ali —no es un secreto— se formó a su lado. Nadie duda que, si gana, Núñez pueda conducir bien la entidad.

Lo que quizá inquieta del senador con licencia es la aún falta de claridad de su proyecto. En términos generales los objetivos son positivos, pero las líneas de acción no son contundentes. No están mal los foros sobre la realidad estatal pero el tiempo para escuchar debió ser antes, ahora es tiempo de propuestas, de sus propuestas específicas.

Arturo Núñez tiene a su favor el ánimo renovado en el lopezobradorismo y el potencial que representa el voto de castigo contra el PRI estatal, pero confiarse en esos factores es un error que le puede dar sorpresas, porque la maquinaria priísta sí está aceitada y seguramente ya ha sido encendida a estas alturas del proceso electoral.

Es cierto que antes de cualquier propuesta definitiva es preciso conocer la realidad financiera del gobierno y que después del día de la elección aún hay seis meses de preparación antes de tomar el poder. Pero la campaña es aquí y ahora. Si Arturo Núñez no convence, si no gana la elección, lo demás será lo de menos.

Jesús Ali es esforzado, inagotable, no se amedrenta y ha sabido ganarse su lugar. Sobre todo, ha aprendido a nadar a contracorriente. Se puede decir de él cualquier cosa, pero es de reconocer que no era el favorito para la alcaldía de Centro y fue alcalde, no era el predilecto para ser candidato a gobernador y es el candidato. Pese a su corta carrera política, dejó en el camino a pesos pesados del PRI como Humberto Mayans y Georgina Trujillo.

Tiene, sin embargo, el estigma de su propio partido y de quienes lo han antecedido en el poder estatal. El estigma de Andrés Granier, para no ir tan lejos. ¿Cómo puede ofrecer un nuevo tiempo para Tabasco si él mismo ha formado parte del daño ocasionado a la entidad? Y si su deslinde de Granier es genuino, ¿cómo decirle a los tabasqueños que se olviden de lo sucedido sin que suene a impunidad? Un dato: el coordinador de campaña de Ali, Adrián Hernández Balboa, fue el coordinador de campaña de Granier y secretario de Comunicaciones y Transportes en el gabinete granierista.

De Alí sorprende su discurso de nuevo tiempo cuando lo arropan emblemas de la corrupción y el atraso nacional como Carlos Romero Deschamps y Elba Esther Gordillo. Además, ya antes Manuel Andrade ofreció ser parte de una nueva generación y el propio Granier prometió nuevos rostros pero nada. Los gobiernos priistas no han podido resolver males como la pobreza y el desempleo y, por el contrario, han sumado dificultades como las inundaciones.

Dirán que por eso es necesario que Enrique Peña Nieto llegue al gobierno federal para que desde ahí se apoye a la entidad. Pero el abanderado presidencial también está anclado en el viejo PRI. Y no hay que olvidar que Andrade contó, como nunca en la historia estatal, con cuantiosos excedentes petroleros, y que el gobernador Granier ha reconocido que Calderón sí cumplió, por ejemplo, con el Plan Hídrico.

Las propuestas de Jesús Ali son específicas pero sólo dejan ver las ramas y no el jardín completo. Son de forma, pero no de fondo. Y no son de fondo porque, para serlo, el candidato requiere hablar de la situación real de la entidad, lo cual se le dificulta porque se trata de la ruina que provocaron los suyos.

Pero por citar dos ejemplos: Unos distribuidores viales en Villahermosa desahogarán un tiempo el tráfico pero no resolverán el problema del crecimiento villahermosino, como el MUSEVI tampoco significó el desarrollo del municipio de Centro. Una tarjeta de promesas como “La Choca” quizá sea efectiva para el clientelismo electoral pero no vislumbra acciones sensatas para el desarrollo social que mitigue la pobreza.

Gerardo Priego, Arturo Núñez y Jesús Alí han entrado en la recta final de las campañas. Quedan cuatro semanas para el día de la elección. Uno de ellos será gobernador. En uno de ellos recaerá la responsabilidad del futuro de Tabasco. Todavía tienen tiempo los tres para dejar de creer —como dice el escritor Eduardo Galeano— que a los pobres les encanta comer promesas.

fernandovazquezr@gmail.com
@fer_vazquezr
“Es tiempo de hablar” (Martes, 9pm, Canal 10 Cablecom)

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