lunes, 30 de mayo de 2011

¿Por qué hay militares en las calles?

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 28 de febrero de 2011)

Hace unos días Villahermosa amaneció tomada por comandos del Ejército. Tabasco no ha estado ajeno a la “guerra” contra el crimen de Felipe Calderón, pero desde hace algún un tiempo la actividad militar había disminuido en la entidad. Hasta el viernes, cuando decenas de soldados comenzaron a ser parte del paisaje urbano.

Pero, ¿a qué se debe esta ofensiva militar en tierra tabasqueña si hace apenas unas semanas el secretario Humberto Mayans presumió en la radio que gracias a su trabajo en el estado hay gobernabilidad y tranquilidad?

El gobernador Andrés Granier ya dijo que el operativo es parte de las estrategias del Ejercito para garantizar la paz social en el sureste. Y que el propósito es “la detención de delincuentes que están asolando esta parte del país”. Ah, y que la presencia de militares será por tiempo indefinido.

Más allá de las cuentas alegres de Mayans, la realidad se aproxima más a lo que expuso Granier. Y no es que el gobernador haya tenido un arranque de franqueza. Es simplemente que no le quedó de otra más que admitir lo que se había empeñado en callar: que en Tabasco hace tiempo la delincuencia organizada, e incluso la delincuencia común, tienen rebasadas a las autoridades locales. Hay datos oficiales que así lo demuestran.

Y es que este año, para la distribución del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), las entidades federativas se vieron obligadas a reportar sus resultados del combate a la delincuencia al Sistema Nacional de Seguridad Pública. El 6 de enero de 2011 esta instancia federal publicó los datos en el Diario Oficial de la Federación.

En el caso de Tabasco los números fueron proporcionados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJET), que encabeza Rafael González Lastra. El resultado oficial es que de noviembre de 2009 a noviembre de 2010 todos los delitos aumentaron en la entidad. ¡Absolutamente todos! La cifra global es que a noviembre de 2009 se registró un total de 12 mil 94 delitos, mientras que a noviembre de 2010 hubo 13 mil 721, lo cual significa que los ilícitos crecieron 13.4 por ciento en solo un año.

Los datos oficiales permiten conocer qué delitos subieron en Tabasco y en qué proporción. El detalle es el siguiente: El secuestro creció 50 por ciento, el robo a negocios aumentó 46.5 por ciento, los homicidios dolosos se incrementaron 28.4 por ciento y el robo a casa-habitación subió 13.7 por ciento. Además, el robo de vehículos aumentó 11.8 por ciento, mientras que el robo a transeúnte creció 11 por ciento.

El único delito que se mantiene en ceros desde 2009 es el robo a bancos, lo cual se explica si recordamos que se trata de instituciones que cuentan con recursos suficientes para reforzar sus medidas de seguridad privada. Pero el resto de los delitos, desde los secuestros hasta los robos en los negocios, en las casas y en las calles han crecido notablemente. Ahí es donde las tareas de seguridad del Gobierno del Estado han fallado.

Por eso ahora han vuelto los militares a las calles tabasqueñas. Para decirlo con toda claridad: como las autoridades estatales no pueden, han tenido que recurrir al Ejército.

La cosa es que el crecimiento de los delitos no es el único problema en Tabasco y, por tanto, no será suficiente con militarizar el estado. Hay un asunto más de fondo que está complicando las cosas y de lo que ni a Mayans ni a Granier ni a nadie en la administración estatal les gusta hablar.

El problema de fondo es que en Tabasco más de la mitad de la población está en situación de pobreza y que una tercera parte de los tabasqueños ya padecen hambre. Además, hace varios meses que la entidad se mantiene en primer lugar nacional en desempleo. Y en vez de implementar políticas públicas para hacerle frente a estos factores negativos, sólo hemos sabido de fugas de dinero, bonos de fatiga, despidos injustificados, inundaciones recurrentes y francos abusos del presupuesto público.

Como ya estamos en la antesala de la sucesión gubernamental y las cosas nomás no mejoran, y como la imagen del gobernador sigue en picada, las autoridades locales han comenzado a tomar medidas emergentes, como pedir el auxilio militar.

Así que la presencia de soldados será cotidiana de aquí en adelante, sobre todo porque a estas alturas del sexenio Granier y los suyos ya demostraron que son incapaces de tomar una sola medida para frenar el desempleo y el empobrecimiento de la gente.

POR CIERTO… Según un conteo propio, el diario Tabasco Hoy publicó el vienes 25 de febrero que en la entidad se han registrado 227 secuestros durante los últimos cuatro años. Pero al entregar datos que solicitó un ciudadano con base en el derecho a la información, la Procuraduría General de la República (PGR) reportó que del 1 de diciembre de 2006 al 31 de agosto de 2010 sólo inició 23 averiguaciones previas por el delito de privación ilegal de la libertad. Y que en ese mismo lapso de tiempo, es decir, casi cuatro años, únicamente registró 13 detenidos por secuestro.

fernandovazquezr@gmail.com

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