Por Fernando Vázquez Rosas
(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 13 de junio de 2011)
Todavía un día antes el gobernador Andrés Granier comentaba orgulloso a un grupo de periodistas que el mandatario de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez, asistiría al 42 aniversario luctuoso de Carlos A. Madrazo.
El sábado 4 de junio, en efecto, Duarte figuró como invitado especial y orador único en el evento celebrado al pie de la estatua que recuerda al “Ciclón del Sureste”.
No es difícil imaginar que el propio Granier haya sido quien invitó al gobernador del norte a viajar a Villahermosa. Aunque formalmente el encargado de la ceremonia fue el diputado local Alfonso Izquierdo Bustamante, en su calidad de presidente de la Fundación Carlos A. Madrazo, es natural que ante la presencia del Ejecutivo estatal se haya impuesto la logística del gobierno.
En un artículo publicado el 6 de junio por la agencia Quadratín, el propio Alfonso Izquierdo admitió que en la organización de aquel acto público en memoria de Carlos A. Madrazo intervino el Gobierno de Tabasco.
Escribió Izquierdo: “En el evento conmemorativo llevado a cabo en el Estado de Tabasco, organizado de manera conjunta por la Fundación Carlos A. Madrazo que me honro en presidir, así como por el Gobierno del Estado, recordamos la vida, obra y legado de tan ilustre tabasqueño, que plasmó en las páginas de la historia de México su profunda vocación democrática y su firme compromiso con las causas más nobles de los mexicanos”.
En este acto tan representativo para los demócratas de México —añadió el diputado local priista— estuvieron presentes amigos y familiares de Don Carlos A. Madrazo, el Gobernador del Estado Q.F.B. Andrés Granier Melo, Legisladores Federales y Locales, Dirigentes Políticos, así como integrantes de la sociedad civil.
Y completó: “Frente a tan distinguidos invitados, el Gobernador del Estado de Chihuahua, Lic. César Horacio Duarte Jáquez, quién nos acompañó como Orador Oficial en este evento, dirigió un emotivo mensaje…”
La franqueza de Izquierdo Bustamante, al reconocer la intervención de la administración estatal en el evento madracista, entra en el terreno del cinismo si se recuerda que la Fundación Carlos A. Madrazo es un apéndice del PRI tabasqueño, que carece de movilidad propia y que sólo actúa en función de las conveniencias políticas del partido tricolor.
Ahora mismo, Alfonso Izquierdo ha anunciado que en unos días tomará la presidencia de esa Fundación el heredero de lo que queda del madracismo en Tabasco, Federico Madrazo Rojas, quien nunca ha vivido en Tabasco pero viene en busca de una diputación con el único mérito de ser hijo del ex gobernador Roberto Madrazo.
Aquel 4 de junio, Federico Madrazo estuvo en primera fila en el evento para recordar a su abuelo. En el micrófono, el gobernador César Duarte no escatimó elogios para Andrés Granier al decir que los tabasqueños cuentan con un gobernador que ha sabido con valentía enfrentar los retos con resultados a su pueblo.
“Con él tienen bases, rumbo claro y un liderazgo nato, por eso hay que caminar con esa confianza que le profesan a su lado en unidad, no se confundan con los que usan la simulación o las formas mediáticas”, sostuvo el mandatario de Chihuahua.
Y para no dejar dudas del papel que vino a jugar a unos meses de las elecciones, el gobernador Duarte expuso: “El liderazgo del PRI es claro, las bases y el rumbo ahí están, el reto está enfrente y juntos lo habremos de lograr… El liderazgo del gobernador Granier y la cohesión de nuestro partido y nuestra corriente ideológica tiene ahí su fortaleza…”
Si el PRI tabasqueño y el propio Andrés Granier querían levantar un poco su imagen pública, cometieron un error. Si el PRI y Granier buscaban elevar un poco su autoestima ante el repudio que les manifiesta el pueblo tabasqueño, eligieron al porrista equivocado.
Y es que el gobernador César Horacio Duarte Jáquez no es buena compañía para nadie, ni mucho menos ejemplo de buen desempeño. Sus palabras dulces son hiel si se mira lo que ocurre en Chihuahua, allá donde tiene su máxima responsabilidad.
Duarte se trasladó desde el norte del país hasta el sureste mexicano para escuchar aplausos que allá donde gobierna no recibe. Su participación como orador único sólo demeritó la figura de Carlos A. Madrazo quien, él sí, tuvo un ejercicio público ejemplar.
Pero Duarte no. Una crónica del periodista Juan Pablo Becerra-Acosta publicada en el periódico Milenio nacional exhibe la realidad de Chihuahua. En esa entidad llevan años los feminicidios, que empezaron desde que el PRI gobernaba, continuaron con las administraciones panistas y siguen sin esclarecerse en la nueva gestión del PRI.
Actualmente uno de cada tres muertos por la violencia que impera en el país son ejecutados en Chihuahua, entidad que una mujer describió desde el dolor de una madre que perdió un hijo: “Aquí es la tierra que hemos perdido, donde los niños juegan a ser sicarios. Donde matar mujeres es cosa diaria”.
El periodista de Milenio recuerda también un hecho ocurrido en Chihuahua que dio la vuelta al mundo. Dice su crónica, publicada el viernes 10 de junio: “Uno. Dos. Tres. Cuatro… Cuatro pasos. Aquí, justo a cuatro pasos del Palacio de Gobierno, el 16 de diciembre del 2010 un sicario, sin importarle que lo grabaran las cámaras de seguridad del inmueble, persiguió desde la acera de enfrente a Marisela Escobedo y la ejecutó. El cuerpo de la mujer sin vida, que mantenía un plantón frente al edificio del Poder Ejecutivo local para protestar por el asesinato de su hija Rubí y la liberación de quien presuntamente la asesinó, quedó aquí… tirado a tan sólo cuatro pasos de una puerta de madera que representaba para ella la salvación, la entrada de la sede del Estado mexicano que debía protegerla”.
Ese es Chihuahua, gobernado por César Horacio Duarte Jáquez quien, cual oscuridad de su casa y candil de la calle, vino a derrochar elogios para Andrés Granier y el PRI de Tabasco. ¡Vaya compañía!
fernandovazquezr@gmail.com
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