lunes, 6 de junio de 2011

Gabinete en campaña

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 6 de junio de 2011)

“En tierra de injurias no crece el amor”. El verso de la poetisa tabasqueña Biella Castellanos Yángulova bien podría explicar la pugna política que sofoca a la entidad.

En un Estado realmente democrático, los partidos compiten, los ciudadanos eligen con libertad y una vez electo, el gobierno se dedica a trabajar y tiene autoridad suficiente y legitimidad para echar a andar sus programas.

Pero en Tabasco las cosas son distintas. En el discurso oficial se habla de unidad pero en la práctica se promueven golpes bajos contra la oposición. Se solapa a priístas como Antonio Priego, que salió de la cárcel por falta de sustento en las denuncias, pero se prepara una ofensiva jurídica contra críticos del régimen como Javier May. El gobierno presume imparcialidad hacia la contienda electoral, pero los funcionarios del gabinete hacen campaña abierta a favor de Humberto Mayans. Y el gobernador Andrés Granier no les dice nada. Tierra de injurias.

El lunes 30 de mayo, Mayans apareció públicamente en un desayuno “con amigos” porque, dijo, no es tiempo de hablar de elecciones. Quizá no hablaron de elecciones, pero seguro sí platicaron cómo le van a hacer para impulsar su aspiración a la gubernatura.

Por eso sorprendió que entre esos “amigos” estuviera el secretario de Comunicaciones y Transportes, Aquiles Domínguez Cerino. Eran horas de trabajo. Pero era, sobre todo, la reunión cínica de un alto funcionario del gabinete tabasqueño con un aspirante a la gubernatura. Y más que eso, era el encuentro de Mayans con uno de sus operadores políticos más taimados.

Sólo hay que hacer memoria. En septiembre de 2007, el entonces diputado perredista Rafael Acosta León reveló que Humberto Mayans, a través de Aquiles Domínguez Cerino, trató de comprarlo con 5 millones de pesos y todo el apoyo que quisiera, como láminas, despensas o enseres, a cambio de “bajarle presión” al Congreso y apoyar al PRI cuando fuera necesario.

En los inicios de la actual administración, Aquiles Domínguez fue Subsecretario de Delegaciones Políticas y Participación Ciudadana, por lo que estaba bajo las órdenes de Mayans, entonces Secretario de Gobierno. Ahora Domínguez Cerino es Secretario de Comunicaciones y Transportes, un área estratégica que el gobierno ha utilizado para favorecer al PRI.

Ahí está como prueba el escándalo de septiembre de 2006, en plena campaña por la gubernatura: José del Carmen Domínguez Nares, Subsecretario de Transporte, Tránsito y Vialidad de Tabasco, amenazó a los transportistas con revocarles sus concesiones si portaban en sus vehículos propaganda del candidato de la Coalición Por el Bien de Todos (PRD-PT), al tiempo que pidió el apoyo para el entonces abanderado del PRI, Andrés Granier Melo.

Todo se supo porque la periodista Carmen Aristegui exhibió un video que reveló el hecho. Ahora, a unos meses de que inicie el proceso electoral, el propio gobernador Granier comenzó a entregar concesiones de taxis y Aquiles Domínguez parece haber empezado lo suyo: para obtener las tarjetas de prepago del Transbús, se pide como primer requisito la copia de la credencial de elector. Tierra de injurias.

El martes 31 de mayo, el dirigente estatal del PRD, Javier May, dio a conocer un video donde se ve al Coordinador General de Asuntos Religiosos, Máximo Moscoso Pintado, en un evento con religiosos efectuado en la colonia Gaviotas Norte. Al tomar la palabra, el funcionario estatal transmite saludos de Humberto Mayans y pide orar por él.

Según el partido del sol azteca, esos hechos ocurrieron el 29 de mayo, cuando Mayans ya no era Secretario de Gobierno. Sin embargo, en el video se ve que Moscoso se empeña en promocionar a Mayans. “Yo desde aquí quiero decir a todos ustedes que oren mucho por un amigo que se acaba de ir del cuerpo de gobierno”, pide el funcionario.

Y más adelante, agrega: “Quiero decirles que a través de mi conducto me pidió el licenciado Humberto Mayans Canabal, quien les envía un cordial y afectuoso saludo, porque él siempre se preocupó por ustedes y él estará presente, por eso debemos dar gracias a Dios habernos permitido colaborar con él, porque ha sido un ejemplo para nosotros para poder seguir haciendo la labor como la venimos haciendo…”

Pillado en la promoción de Mayans, Moscoso tuvo que salir a los medios para defenderse. Lo negó todo. Durante su aparición se le notó iracundo, desaforado. Es natural: no le gusta la exhibición pública, está acostumbrado a moverse bajo las aguas, en el sigilo que procura la doble moral. Por lo pronto, el PRD ya interpuso una queja ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPCT) y prepara recursos que llevará ante la Secretaría de Gobernación y las autoridades penales por posibles delitos electorales e intromisión de un servidor público en un evento religioso. Tierra de injurias.

Frente al activismo de Aquiles Domínguez y Máximo Moscoso a favor de Mayans, el gobernador Andrés Granier hizo una declaración ortodoxa: “Si alguien cometió algún delito electoral, si consideran que es electoral, que sea la autoridad correspondiente quien lo califique y lo dictamine”.

El mandatario estatal, sin embargo, parece haber olvidado sus propias palabras. El lunes 15 de noviembre de 2010, durante su Cuarto Informe de Gobierno, dijo Granier: “Que se comprenda bien, los integrantes de mi equipo deberán aplicarse de tiempo completo al cumplimiento de sus tareas, quien no lo haga le estará fallando a Tabasco y al gobernador y eso significará su retiro del cargo. Quiero dejar claro que los tiempos electorales en Tabasco no han llegado, si alguien del equipo quiere adelantarse en asuntos, es algo que tendrá que asumir desde la sociedad civil, no desde el gobierno”.

En otras ocasiones Granier también ha sido puntual al indicar que ningún integrante de su gobierno debe “distraerse” en asuntos electorales. Aunque cada que puede el gobernador repite estas palabras, todo indica que ni él mismo las cree. Por eso su gabinete está en plena campaña.

Humberto Mayans anunció su aspiración a la gubernatura en enero y salió del gabinete hasta mayo. Estuvo cuatro meses “distraído” y no pasó nada. Aquiles Domínguez desayuna en horas de trabajo con Mayans, aspirante a la gubernatura, y esa “distracción” no merece ni un sobresalto. Máximo Moscoso se “distrae” promocionando a Mayans en un evento religioso y tampoco sucede nada.

No hace falta que estas acciones de los funcionarios a favor de Mayans configuren un delito. Simplemente el gobernador podría reconvenirlos para hacer valer su propia palabra. Podría aprovechar para dar una lección ejemplar a otros que estuvieran pensando en usar los recursos públicos con fines electorales. Pero nada, ni un llamado de atención.

Con su silencio cómplice, Granier da un banderazo a la distracción de su gabinete: Cualquier funcionario puede hacer actos masivos o salirse a desayunar o hacer lo que sea en torno de su aspirante favorito, porque no merecerá regaño alguno.

Con esa tolerancia al desorden llegará el año electoral. Y la pugna política tenderá a crecer. Es entendible porque, como dice la poetisa: “En tierra de injurias no crece el amor”.

fernandovazquezr@gmail.com

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