lunes, 7 de noviembre de 2011

El Quinto Informe

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 7 de noviembre de 2011)

Ávido de popularidad, el mandatario Andrés Granier activó de inmediato la maquinaria de publicidad oficial para aprovechar los 13 días que la ley le permite hacerse promoción abierta y personalizada con motivo de su Quinto Informe de Gobierno, que tendrá lugar este domingo 13 de noviembre.

Si bien el párrafo octavo del artículo 134 de la Constitución Mexicana prohíbe que la propaganda oficial incluya “nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”, el Numeral 5 del Artículo 228 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) permite hacerlo una vez al año, como única excepción, desde siete días antes y hasta cinco días posteriores a la fecha del informe de labores que tienen obligación de presentar todos los funcionarios.

A través de esta ranura legal desde ayer comenzaron a aparecer anuncios con un Granier sonriente, vestido de blanco y el puño cerrado, junto a frases como “5 años de seguir trabajando para transformar” y “5 años de estar cerca de ti y para ti”.

Según el plazo legal, hasta el 18 de noviembre el espacio público estará invadido de promoción del Quinto Informe de Granier, aunque no es secreto que el mandatario tiene otras formas de hacerse notar en medios de comunicación, como ocurre con la propaganda disfrazada de notas informativas en la televisora oficial y la entrega de despensas por propia mano o a través de funcionarios que las reparten “de parte del gobernador”, pese a que esos apoyos no sean dádiva personal sino una obligación por provenir de recursos públicos.

Con todo, la imagen que busque proyectar Granier estos días chocará irremediablemente con la realidad que, para su infortunio, no deja de ser real. Lo que el gobernador diga el domingo 13 y deje plasmado en el documento oficial que enviará al Congreso difícilmente pasará la prueba de ser cotejado con los hechos. Una cosa es lo que dirá el mandatario ante los reflectores y otra exhibe ya el Tabasco de todos los días.

Diga lo que diga Granier el próximo domingo, el hecho es que este es el quinto año consecutivo de inundaciones con pérdidas desastrosas para los tabasqueños, los que se han ido al agua y los que siguen en piso seco pero resienten los efectos del temor colectivo y la mala imagen a nivel nacional e internacional que ahuyenta inversiones.

Diga lo que diga el gobernador en su informe, la realidad es que el Sistema Nacional de Seguridad Pública acaba de dar a conocer una “Encuesta Ciudadana” donde Tabasco resulta reprobado con puntaje de 5.7 en cuanto a confianza en la policía. Y aparte está, claro, el hecho de que la entidad está muy rezagada en cuanto a la certificación de sus elementos policiacos.

Diga lo que diga el jefe del Ejecutivo estatal, lo innegable es que hace mucho Tabasco no desciende de los primeros lugares de todo el país en materia de desempleo. En septiembre la entidad se ubicó en sexto lugar nacional con una tasa de desocupación de 7.07 por ciento.

Inundaciones, inseguridad y desempleo son quizá los tres problemas más recurrentes y sentidos en la población, ante los cuales la administración estatal ha tenido pocas si no es que nulas respuestas.

Frente a esta actuación estacionada, la población ya ha expresado su opinión. Según datos de la encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica dados a conocer hace poco, Andrés Granier es el segundo gobernador más alejado del ideal de persona honesta, trabajadora, carismática y preparada que espera la población.

Granier obtiene también la peor calificación de todo el país en cuanto a cumplimiento de sus deberes, 67 por ciento considera que el gobernador tabasqueños prefiere atender los intereses de su partido (el PRI) por sobre los intereses de los ciudadanos y 72 por ciento no le confiaría las llaves de su casa al mandatario estatal.

Falto de resultados pero necesitado de mejor imagen, no es difícil imaginar que el gobernador utilizará el escenario de su Quinto Informe para tratar de justificar los magros resultados de su gestión. Dirá que no se ha completado el Plan Hídrico, que ha habido recortes presupuestales, que en comparación con otras entidades Tabasco está bien en seguridad.

De todos modos lo que diga en su Informe, Granier bien lo sabe, pasará de inmediato al cajón del olvido. En la puerta final del sexenio sus palabras ya no son ni chispas en el fuego de la disputa electoral que cada vez toma mayor fuerza.

Hay una forma, sin embargo, en que Granier podría captar realmente la atención pública con temas sencillos pero que requieren un verdadero compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.

Podría explicar, por ejemplo, por qué se ha empeñado en mantener a su comadre Norma Cárdenas al frente del Instituto Estatal de Cultura si hasta ahora son blandengues los logros en el sector y por qué corrió a más de 4 mil trabajadores con el pretexto de la reingeniería pero protegió a unos altos funcionarios como su colega José Escayola y su ahijado Rigoberto Navarro.

Podría también informar cuánto ha gastado en publicidad durante los casi cinco años que va de su gobierno y por qué ha sido permisivo con aquellos funcionarios como Luis Felipe Graham y Manuel Rodríguez que, habiendo manifestado aspiraciones a puestos de elección popular no han dejado el cargo y siguen manejando dinero público, aún cuando él mismo pidió en su Cuarto Informe que quien quisiera hacer política lo hiciera fuera de la administración.

Podría, en fin, hablar de la realidad en vez de dar un discurso. Pero es improbable que lo haga. No le interesa. Su preocupación y segura ocupación en estos momentos no está en la franqueza sino en ver cómo detiene la alternancia visible para que el PRI siga en el poder y reciba a cambio protección. Hasta ahora todo indica que también en esa tarea Andrés Granier no registra buenos resultados.

fernandovazquezr@gmail.com

● ● ●

No hay comentarios: