domingo, 5 de junio de 2011

Granier va con todo por el PRI

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 16 de mayo de 2011)

Sin recato alguno, Andrés Granier prepara la estructura y los recursos del Gobierno de Tabasco para tratar de salvar al PRI de la derrota que se pronostica a ese partido para 2012 en la entidad.

Por todos lados se escuchan voces que se quejan de los malos resultados de esta administración y que exponen la necesidad de un cambio. Y hay datos.

Un estudio de la encuestadora Gabinete de Comunicación Estratégica (julio de 2010) reveló que 55.3 por ciento de la población considera que Granier no está trabajando para resolver los problemas del estado, mientras que el periódico El Universal (23 de septiembre de 2010) también dio a conocer una encuesta donde 55 por ciento desaprueba al mandatario tabasqueño.

Pero el químico Granier no está preocupado por su popularidad ni mucho menos por la posibilidad de que pase a la historia como el gobernador que entregó el poder a la oposición, porque ni siquiera entiende el valor de la historia.

Lo que sí le quita el sueño es asegurar que llegue a la gubernatura alguien que le cuide las espaldas cuando él ya no esté en el poder, puesto que hay múltiples denuncias públicas en su contra, algunas expresadas formalmente por diputados perredistas en la tribuna del Congreso local, que hablan de corrupción y saqueo.

Por eso el gobernador armó una estructura de personal que se extiende de las oficinas públicas a los escritorios del PRI. Por eso alista los programas sociales que serán usados con fines electorales. Y por eso solicitó otro préstamo multimillonario que le servirá de efectivo para tratar de comprar voluntades.

Para empezar, los cambios en el gabinete granierista registrados en los últimos días no fueron pensados para integrar un mejor gobierno sino consecuencia de las aspiraciones políticas de Humberto Mayans, quien dejó la Secretaría de Gobierno para construir su candidatura en el PRI.

Mayans se fue del puesto muchos meses después de haber manifestado su aspiración por la gubernatura. A inicios de enero, en entrevista con el periodista Jesús Sibilla, anunció que “en semanas” dejaría el cargo pero se quedó más tiempo con el pretexto de que tenía que seguir al frente de las mesas de negociación con la Secretaría de Gobernación, donde se trataban asuntos torales para la entidad.

Al tratar de justificar su permanencia en la Secretaría de Gobierno, Mayans prometió que no se iría de la administración estatal hasta que no dejara firmados los acuerdos necesarios para que se resolvieran temas delicados como el manejo de presas. No cumplió, porque de esas mesas de negociación no hay resultado concreto alguno.

Una vez que Mayans se fue, Granier nombró en su lugar a Rafael González Lastra, quien dejó la Procuraduría estatal donde fue duramente señalado de iniciar persecuciones contra opositores al régimen. Si antes se había politizado la Procuraduría, ahora se va a judicializar la Secretaría de Gobierno, donde se perfila la construcción de un brazo represor para actuar en 2012.

Hay razones para pensar en ese brazo represor. Y es que a mediados de los noventa, Rafael González Lastra fue secretario de Gobierno en Chiapas, cuando el gobernador era Patrocinio González Garrido. Allá, González Lastra fue señalado por las instancias de derechos humanos de reprimir indígenas, homosexuales y hasta periodistas.

Para la vacante de la Procuraduría tabasqueña, Andrés Granier resolvió designar al abogado Gregorio Romero Tequextle, quien llega al cargo con el señalamiento de que favorecerá al PRI porque su hijo Miguel Alberto Romero, quien hasta hace poco se desempeñaba como Consejero Jurídico del gobierno, acaba de asumir la presidencia estatal del tricolor.

La sospecha es fundada, toda vez que en Tabasco la Fiscalía para Delitos Electorales está adscrita a la Procuraduría, y si el PRI es acusado ante esa instancia, Romero Tequextle estaría ante un conflicto de interés al tener que encabezar una investigación donde estaría involucrado su hijo.

Un caso similar existe en otras instancias. El presidente del Instituto Electoral, Alfonso Castillo Suárez, es hijo de la presidenta del Instituto de Transparencia, Felicitas Suárez Castro. Si alguien se inconformara ante una falta de transparencia del titular del IEPCT, la presidenta del ITAIP estaría ante un conflicto de interés por tratarse de un caso que involucra a su hijo.

Pero así se han integrando los puestos durante la gestión de Granier. Por si faltaran pruebas, ahí está el caso de la familia Cárdenas. Norma Cárdenas es titular del Instituto de Cultura, y su hermana, Evelyn, es directora del Instituto de Artesanías. Durante los primeros años de esta administración, Rigoberto Navarro Cárdenas, hijo de Norma, fue Director de Imagen de Granier.

Pero de vuelta a los recientes cambios en el gabinete, hay que agregar que Carlos Manuel Rovirosa Ruiz fue sacado de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca (SEDAFOP), para ser colocado como Secretario de Organización del PRI.

Antes de estar en la SEDAFOP, Rovirosa ya había estado en el PRI como Coordinador General de Campañas, y más antes ya también había sido Secretario de Organización de ese mismo partido.

¿Por qué Rovirosa vuelve al PRI? Porque ya tiene un padrón de beneficiarios de la SEDAFOP y ahora su tarea va a ser la de presionar a la gente del campo con la cantaleta de que si no votan por el tricolor no se les darán más los apoyos que tanto necesitan.

Pero también está el caso de Ana Luvia Canabal Hernández. Trabajaba como Jefa de Departamento en la Unidad de Política Social y Desarrollo Humano del Instituto para el Desarrollo Social, y ahora fue nombrada Secretaria de Gestión del PRI.

¿Qué va a hacer en el PRI esta señora (de apellido Canabal, por cierto)? Es obvio que va a ser el enlace directo con José Escayola para usar los recursos del Instituto para el Desarrollo Social con fines electorales.

Y lo mismo sucederá con Pablo Antonio Prats Murillo, el nuevo secretario de Acción Electoral del PRI. Este señor ha sido operador político del partido oficial en varios procesos electorales, pero en su currículum igual presume ser promotor agrario. Es decir, que sabe bien cómo utilizar los programas del campo con propósito políticos.

Lo último de toda esta cadena de preparativos electoreros es la autorización que pidió Granier al Congreso para contratar deuda por mil 500 millones de pesos. Sin obras que presumir y cercanas las elecciones, el gobernador necesita dinero para hacer algo, lo que sea, con el fin de comprar voluntades.

Está claro, pues, que los nombramientos en el PRI, los cambios en el gabinete y el nuevo endeudamiento exhiben que el Gobierno de Tabasco se alista para usar los programas oficiales y los recursos públicos con propósitos electorales. Granier busca aprovecharse de la pobreza de la gente. Y va con todo por el PRI en 2012.

fernandovazquezr@gmail.com

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