sábado, 4 de junio de 2011

Se acabó el gobierno

Por Fernando Vázquez Rosas

(Publicado en La Verdad del Sureste, el lunes 4 de abril de 2011)

El Gobierno de Tabasco ya claudicó de su función. Dimitió de sus responsabilidades. Ahora todo lo deja en manos de la iniciativa privada. Andrés Granier no actúa como gobernador sino como gerente del estado para facilitar negocios.

La inundación de 2007 fue la gran oportunidad de la administración estatal para relanzar el desarrollo local. Había muchos recursos federales y donativos internacionales, había voluntad política para la reconstrucción, había necesidad de mucha obra que generara empleos y reactivara la economía.

Pero la historia fue otra y supimos de la negligente actuación de las autoridades federales pero también de las estatales, de la fraudulenta compra-venta de terrenos para damnificados de la inundación, de los bonos de fatiga, de la beligerante actitud del gobernador ante la Federación que no ha conducido a nada.

Y en vez de que se protegiera a la gente ante los efectos de las inundaciones, el gobierno estatal desapareció los programas sociales, despidió a miles de empleados y redujo salarios, entre otras medidas.

Ahora Granier y los suyos presumen acciones ajenas, de beneficios poco colectivos pero que exhiben una especie de gobierno neoliberal tabasqueño. Se trata del modelo aplicado a nivel nacional por los gobiernos priistas de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, que han continuado Vicente Fox y Felipe Calderón.

En apretado resumen, el modelo neoliberal consiste en la reducción del Estado frente a la lógica y dinámica del mercado. Algunas acciones son desaparecer dependencias públicas, reducir programas sociales, despedir trabajadores, darle más apertura al capital privado. Tal cual lo ha estado haciendo Granier.

A costa del abandono de la gente y del sentido social del Estado el gobernador tabasqueño ha pretendido enderezar el rumbo de las finanzas locales, aunque nunca ha podido explicar fehacientemente como es que, con tanto dinero que bajó a la entidad por la inundación, Tabasco se ha visto en apuros económicos.

El hecho es que en el penúltimo año de su mandato, Granier no tiene ninguna obra o acción propia que divulgar. Y para sustituir esa carencia, presume inversiones privadas que dejarán beneficios a los empresarios, pero que en poco ayudarán al desarrollo estatal.

Por ejemplo, cada que puede Granier presume la Plaza Altabrisa, pero evita precisar que los empleos que se generarán serán de bajo nivel y mal pagados. Y en todo caso, se trata de una plaza privada que disfrutará quien pueda pagar esos servicios. No hay ningún anuncio de plaza pública para la convivencia colectiva.

La remodelación de Plaza de Armas es eso, una remodelación, porque la Plaza ya estaba. Y en el mejor de los casos se trata de una inversión del ayuntamiento de Centro, no de la administración estatal.

Otro caso es el proyecto Greenville International School. El día que se colocó la primera piedra de ese colegio particular dijo Granier, orgulloso: “la educación en Tabasco se fortalece gracias a la confianza de los empresarios”. Y añadió: “la educación es un rubro importante en esta administración, por ello se apoya con todo las inversiones que aterricen de este tipo en el estado”.

¿Y la educación pública? ¿Qué ha hecho el Gobierno del Estado —no la iniciativa privada— para sacar a Tabasco del atraso educativo en que se encuentra sumido? ¿Y qué pasa con quienes no puedan pagar las altas colegiaturas de escuelas privadas? ¿Cuántas escuelas públicas nuevas ha edificado esta administración granierista?

Para no ir más lejos, hace poco Granier presumió que sí se llevará a cabo el proyecto de Ciudad Esmeralda. Aunque al principio de su mandato dijo que lo impulsaría el gobierno, ahora aclaró que esa acción será “con capital privado al cien por ciento”. ¿Qué está haciendo entonces el Gobierno del Estado?

Aunque no sepa bien de qué se trata, Granier adoptó plenamente la lógica neoliberal que le han de haber recomendado sus asesores. Por eso piensa que si el gobierno claudica de sus funciones y deja todo al sector privado, entonces como por arte de magia se generará riqueza, se crearán empleos y se impulsará el desarrollo.

La experiencia nacional demuestra que eso es falso y que el neoliberalismo produce riqueza para unos cuantos y pobreza para la mayoría. Hay pruebas:

Granier se jacta de que en los primeros cuatro años de su gobierno han llegado a Tabasco más de 27 mil millones de pesos de inversión privada. Pero eso no se ha traducido en las fuentes de empleo que necesita el estado.

Hace muchos meses ya que Tabasco está en los primeros lugares de desempleo a nivel nacional. En el último reporte del INEGI, que se dio a conocer el 24 de marzo, la entidad aparece con una tasa de desocupación del 6.67 por ciento, con lo que se ubica en quinto lugar nacional en desempleo y en primer lugar a nivel regional.

Por si fuera poco, de 2007 a 2010 Tabasco retrocedió siete lugares en el Índice de Competitividad Social, que elabora el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Esto significa que, en lo que va del actual sexenio, de todo el país Tabasco se convirtió en el estado donde más han empeorado las condiciones de educación, salud, ingreso y condición laboral de los trabajadores. Y se convirtió en la entidad más incapaz para generar bienestar.

Desde luego, ya es conocido que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) ha contabilizado que 53.8 por ciento de la población tabasqueña está en situación de pobreza y que 34.5 por ciento de la población tiene problemas de hambre.

Todos estos datos demuestran que el Gobierno de Tabasco no va por la ruta correcta, como el propio Granier ha presumido. Y que cuando el Ejecutivo estatal sólo presume inversiones privadas, en realidad exhibe que su gobierno ya se acabó, pues no tiene nada que decir de trabajo propio.

Pero entonces surge una pregunta natural: ¿hacia dónde se van los alrededor de 35 mil millones de pesos anuales que tiene el gobernador de presupuesto público?

fernandovazquezr@gmail.com

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